El curso escolar comenzará el 6 de septiembre en Madrid, pero CC.OO. pide retrasarlo al día 11

Al día siguiente, el 7 de septiembre, comenzarán a recibir clases los alumnos de Secundaria Obligatoria, Bachillerato y Formación Profesional.

Además, está previsto que las vacaciones de Navidad serán del 23 de diciembre al 7 de enero, y las de Semana Santa irán del 23 al 31 de marzo. El curso finalizará el 21 de junio.

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De acuerdo con lo previsto en el calendario escolar para el próximo curso, el 11 de septiembre arrancarán su actividad lectiva los alumnos los Conservatorios Profesionales de Música y Danza, las Escuelas Oficiales de Idiomas y el segundo curso de los ciclos de Artes Plásticas y Diseño de las Escuelas de Arte.

Por último, los centros de Educación de Personas adultas lo harán el 18 de septiembre, mientras que el primer curso de los ciclos de Artes Plásticas y Diseño arrancarán el 21 del mismo mes.

Las vacaciones de Navidad se iniciarán el 23 de diciembre, y las clases se reanudarán el 8 de enero, mientras que el periodo no lectivo con motivo de la Semana Santa se desarrollará entre el 23 y 31 de marzo de 2024. El 12 de octubre, 1 de noviembre, 6 y 8 de diciembre de 2023 serán festividades de carácter general. Asimismo, también serán no lectivos el 13 de octubre, 7 de diciembre de 2023, así como 22 y 23 de febrero, 22 de marzo, 1 de abril y 3 de mayo de 2024.

El curso terminará el 31 de julio en primer Ciclo de Educación Infantil y el 21 de junio en segundo ciclo de Infantil, Primaria, Educación Especial, ESO, FP, Enseñanzas Artísticas de Música, Conservatorios Profesionales de Música y Danza, Escuelas Oficiales de Idiomas, Escuelas de Arte y Educación de Adultos. Los alumnos de primer curso de Bachillerato también concluirán este mismo día, mientras que para los de segundo curso las fechas se adaptarán a las necesidades

El Gobierno regional anunció meses atrás que abrirá los colegios públicos a los alumnos para los padres que opten por esta fórmula en los periodos en que es más complicado ocuparse de ellos y conciliar: las vacaciones de Navidad, las de Semana Santa, puentes y los primeros días del mes de septiembre.

La medida, no obstante, no va a empezar a aplicarse hasta enero de 2024. A la espera de esa fecha, habrá que establecer convenios con los ayuntamientos -que son los responsables de los edificios de los colegios- para llevarlo adelante, y contratar también a las personas que cuiden a los niños durante esos días y les organicen actividades lúdicas o de refuerzo. Estas personas, explicaron fuentes de la Consejería de Educación, no serán nunca los docentes que les imparten las clases durante el curso.

Sin embargo, la medida de la Consejería de Educación no le ha gustado nada al sindicato CC.OO., que incluso ha emitido un voto particular en contra en el Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid. Este sindicato augura «un inicio de curso escolar caótico» en septiembre con el calendario propuesto por la Consejería de Educación.

Por un lado, está en desacuerdo con el adelanto en una semana del inicio de las clases, porque piensa que «agravará el habitual retraso en la incorporación del profesorado necesario, además de restarle tiempo para la preparación del curso». Por ello, proponen que las clases no empiecen hasta el día 11 de septiembre.

Por otro lado, se quejan de que «las fiestas religiosas determinan todo el periodo vacacional en el calendario 2023-2024, lo que provoca un desequilibrio de los periodos de descanso: el primer trimestre tiene 72 días lectivos, mientras que el segundo, 58».

Por eso, explica la secretaria general de CC.OO. Enseñanza, Isabel Galvín, desde este sindicato se ha propuesto un calendario alternativo que supone, por una parte, retrasar el inicio del curso hasta ajustarlo a los 175 días lectivos mínimos que indica la Ley de Educación, «que ya es uno de los más extensos de la Unión Europea», indica.

Por otra parte, propone que «las festividades locales que coincidan con periodos de vacaciones sean trasladadas a periodos lectivos para que en todas las localidades se disponga del mismo número de días lectivos, y que se equipare el calendario de las Escuelas Infantiles al calendario de los centros de Educación Infantil y Primaria para evitar un aumento innecesario de días lectivos que no esté respaldado por criterios educativos».

Insiste Galvín en que «por una cuestión cultural y de tradición se podría entender que haya que mantener las festividades religiosas de fuerte raigambre cultural, pero no que las mismas determinen todo el periodo vacacional. No es de este modo cómo se organiza la sociedad española en estos tiempos»; a su juicio, sería más lógico «ubicar las vacaciones escolares de manera que la distribución de los periodos de descanso sea equilibrada a lo largo del curso».

Cree la representante sindical que la Consejería de Educación recurre a un número muy alto de días lectivos «como medida de coste cero para aparentar que se preocupan por la calidad educativa y evitar implementar medidas estructurales y de consenso, como inversión en plantilla, construcción de centros públicos y una bajada inmediata de las ratios en todos los cursos, entre otras».