Cristian Toro, el campeón olímpico de piragüismo que quiere dirigir el deporte en Madrid
CANDIDATOS EXTRAORDINARIOS
El candidato por Vox al Ayuntamiento de la capital busca hacerse un hueco en la política para «poner sobre la mesa» los valores que representa la práctica deportiva profesional y «que debemos tener como sociedad»
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Iniciar sesiónA sus 31 años, Cristian Toro ha decidido pasar de las aguas tranquilas de la piragua, en las que incluso logró colgarse un oro olímpico en los Juegos de Río de 2016 junto a Saúl Craviotto, a las aguas torrentosas que dominan el ... terreno de la política. Tanto es así que, este 28 de mayo, llega apuntado como número 6 de las listas de Vox al Ayuntamiento de Madrid, buscando una posición de relevancia en la gestión deportiva. Todo tiene un porqué.
«Desde que tuve a mi hijo, estoy más concienciado con el futuro, con qué España se va a encontrar. Cuando llegas a la cama y le das un vuelta, te das cuenta de que hay que tomar iniciativas. Nadie va a venir a cambiar nada si no tienes buenas intenciones y yo sí que las tengo, pretendo poner un punto de cordura en todo esto», resume en conversación con ABC desde la sede de su partido.
Toro quiere continuar dando paladas, pero esta vez para que avance una embarcación más grande, la de la ciudad de Madrid. Su posición, dice, la tiene muy clara, pero más aún la que quiere ocupar después de que los madrileños depositen su papeleta en las urnas. «Sueño con la Concejalía de Deportes, me ilusiona mucho porque lo que representa para mí la palabra deporte y todo lo que podría ayudar en este campo. Eso lo decide la gente, las expectativas son buenas, esperemos que podamos conseguir eso y formar Gobierno en el Ayuntamiento de Madrid», señala.
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Este campeón europeo desembarca en la política sin complejos, para expresar con claridad sus ideales, buscando aupar el deporte en la ciudad que le ha acogido desde que residiera en el Centro de Alto Rendimiento, lugar de encuentro de los deportistas profesionales. «Creo que puedo aportar el quitar todos los miedos que hay en la población a expresar lo que pensamos. Me quedo con una frase que me dijo un familiar: 'Me alegro del paso que has dado porque vas a hacer lo que todos pensamos pero no nos atrevemos a decir'», manifiesta con seguridad en su argumentario.
Esa sacudida de complejos, de señalamientos intencionados, la vive el que también fuera subcampeón mundial con mucha tranquilidad, la misma con la que encaraba las competiciones donde tantos éxitos ha logrado para el piragüismo español. Es consciente de que para algunos será aquel 'tronista' que pasó por el 'reality' Hombres Mujeres y Viceversa, algo que ve como positivo, aunque otros quieran que ese sobrenombre posea un contenido peyorativo. «Había algunos titulares de prensa que abrían con esa noticia, me hacía gracia porque decía, fíjate, cómo intentamos muchas veces tergiversar, que esto es lo peor que tienen que decir de mí, que haya pasado por un 'reality'. Tenía 18 años, me lo pasé genial y conocí a gente maravillosa». Asunto zanjado.
En estas nuevas lides, las de adentrarse en los problemas de los ciudadanos, Toro se encuentra cómodo. Pero ¿es más difícil tratar con los madrileños o lograr un oro olímpico? «Lidiar con los ciudadanos para mí está siendo algo magnífico. Las soluciones las tenemos, pero tenemos que hablar, comunicarnos como sociedad y buscar un punto de encuentro. Una medalla olímpica lleva muchísimo esfuerzo, no solo por mi parte sino por mis familiares que están alrededor y, sin embargo, lidiar con los vecinos es algo muy bonito», responde tajante.
– Oiga, que la política exige mucho tiempo, ¿su carrera queda aparcada?
«Estoy en un momento muy bueno de mi carrera. Estoy llegando a una edad de madurez deportiva, que me permite entrenar y gestionar los entrenamientos muchísimo mejor, las competiciones también, y luego hay una parte muy bonita, que es empezar a ayudar a los jóvenes que entran en la selección. Veo muchísimas futuras estrellas y me gusta ser partícipe a la hora de dar ese esa pizca de motivación que les hace falta el para creerse que pueden conseguir lo más grande».
Así, Toro, cuya prioridad ahora pasa por establecerse en la corporación municipal para «ayudar al deporte madrileño», busca compaginar su carrera deportiva con el universo de los mítines y las corbatas. Es algo que sorprende pues, en no pocas ocasiones, los deportistas de élite redirigen su rumbo una vez concluidas sus carreras, ya que hacerlo inmerso en ellas implica ciertos riesgos económicos. Por si las moscas, vaya.
«Hay deportistas que no quieren y es lícito, porque dependemos muchísimo de los patrocinadores, de empresas privadas que no quieren esa vinculación con los partidos políticos. Por suerte, mi patrocinador más importante me mantiene el patrocinio y me ha ayudado en estos últimos años muchísimo. Estoy muy agradecido con él y con toda la gente que confía en los deportistas», remarca el candidato de Vox.
«El deporte no se parece a la política, pero debería»
Aunque a Toro no le ha dado mucho tiempo a sumergirse en el barro de la política, lo que se ha encontrado, dice, le está gustando. «Tenemos un equipo muy preparado y eso me ilusiona, porque es gente que entró en esto por lo mismo que yo», cuenta.
Es inevitable preguntarle si encuentra alguna similitud entre los dos campos que gobiernan su vida. «El deporte no se parece a la política, pero sí que debería. El deporte te clasifica por tu trabajo, es proporcional el tiempo que inviertes con el resultado que consigues y, sin embargo, últimamente en la política hay muy poco buen trabajo hacia el ciudadano y más especulación y echarse la culpa los unos a los otros. Esto no va de excusas, sino de resultados, y los que estamos teniendo con la gente que está al frente del Gobierno son bastante malos», precisa.
Uno de los problemas que pueden encontrarse los atletas profesionales es la ambición del político interesado, el que quiere quedarse con sus medallas, con la imagen que proyecta. ¿Qué opina Toro de ello? «Eso lo he sentido en algunas competiciones. He sentido la típica expresión de gente que solo está para la foto. En el caso de Vox, hemos hecho el primer Plan Nacional del Deporte. Es un partido que se implica muchísimo con el deporte y confía en que es una herramienta para la sociedad».
Ya en el plano más deportivo, a Toro le brilla la mirada cuando encara una reminiscencia de lo que fue el mayor éxito de su vida, el premio al esfuerzo incalculable, al sacrificio muchas veces no lo suficientemente remunerado. Pero eso ya nadie se lo quita, como el tatuaje de los aros olímpicos en el bíceps que le recuerda que todo el trabajo mereció la pena con el metal dorado.
«Lo que se quedará grabado en mi memoria para siempre es el momento en el que cruzo la meta. Cuando ya me cuelgan la medalla, está sonando el himno de España y justo enfrente en la grada, una grada repleta en Río de Janeiro justo a los pies del Cristo del Corcovado, todo el mundo estaba abrazando y besando a mi madre, que estaba llorando. Me fui de casa con 13 años a practicar deporte y a ser profesional de lo que hacía y mi madre se perdió una parte de mi educación para cederla a un sueño que era conseguir un oro en los Juegos Olímpicos. Fue la forma de recompensar a mi madre todo eso», relata el palista español.
Para el candidato de Vox, el deporte continúa formando parte de su día a día. Su vida transcurre entre los gimnasios de la capital y los actos de partido en los que busca establecerse como una alternativa. Allí practica, de hecho, el deporte de contacto de moda entre las nuevas generaciones: las artes marciales mixtas (MMA).
Precisamente esas disciplinas, las de combate, cuentan, quizá por ignorancia, con una baja aceptación por parte de los encargados de gestionar el deporte desde los despachos políticos desde hace muchos años. Y si Toro llega a concejal de Deportes, ¿llevará a cabo alguna política de aperturismo con los deportes de contacto en la capital?
«Lo tengo muy presente. De hecho a mi hijo lo tengo apuntado en judo, le voy a empezar a meter ahora en deportes de contacto, y también en rugby. El deporte es deporte y precisamente es uno de los deportes que más he visto que ayudan a las a los chavales a controlarse, a formarse como personas. Estaría más que dispuesto a, no sólo a traer eventos a Madrid, que creo que puede ser muy interesante, si no a dar facilidades a estos gimnasios de barrio pequeños, que les cuesta empezar y son la base para que el día de mañana tengamos muy buenos deportistas», concluye el candidato.
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