Gustavo Daniel Ocampo, el hombre argentino de 34 años detenido el lunes a primera hora de la mañana porasesinar a su novio en Puente de Vallecas, ya había protagonizado hace ahora justo un año otro altercado con su pareja. Fue en abril de ... 2022, cuando se le arrestó por agredir a Pedro Luis Gómez Escamilla, veinte años mayor que él y con el que hacía más de cuatro que mantenía una relación formal.
En aquella ocasión, informan fuentes policiales, también le dio una paliza bajo los efectos de las drogas. Eso sí, a diferencia del crimen final, no utilizó armas blancas ni de ningún otro tipo. Fue a golpes.
De ahí que a Ocampo le conste un antecedente policial por un delito de violencia en el ámbito doméstico (la violencia de género sólo existe cuando un hombre la ejerce sobre una mujer).
Sin embargo, la relación había continuado, pespunteada con idas y venidas y, sobre todo, condicionada por el consumo de estupefacientes. Tanto es así, que el lunes, cuando Gustavo asesinó a Pedro, había consumido anfetaminas, al menos; o eso mismo reconoció él cuando la Policía le puso las bridas.
De hecho, el origen de la discusión entre ambos fue que el español le acusó de que estuviese fumando sustancias y su novio le reprochó que la culpa era de él, que las vendía.
Le clavó al menos tres destornilladores, uno en un ojo y dos en el abdomen, que todavía estaban en el cuerpo cuando los agentes lograron que Gustavo les abriera la puerta. El Grupo V de Homicidios le interrogó ayer por la mañana, pero se negó a declarar.
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