Todo apunta a que este merchero de Fuenlabrada, que viajaba con otro varón de su familia como copiloto y su pareja detrás, que llevaba en brazos a su bebé de muy pocos meses, no obedeció al alto de la Guardia Civil de Tráfico cuando circulaban por la M-406. Al principio de conocerse la tragedia, se pensó que venía huyendo con material robado.
El propio jefe superior de Policía de Madrid, Manuel Soto, dio orden de que salieran a la calle todas las patrullas posibles para darle caza. Especialmente las de las comisarías de Latina y distritos vecinos, la local de Fuenlabrada e incluso agentes de las brigadas provinciales de Policía Judicial y Seguridad Ciudadana. Ante la presión mediática, tras publicarse sus datos e imagen, y policial, Pedro V. S. ha compadecido en las dependencias policiales de la avenida de los Poblados, en Aluche, donde ya estaban detenidos el hombre y la mujer que lo acompañaban en el vehículo.
El miedo a la multa, a la pérdida de puntos, pero, sobre todo, a que lo detuvieran por las dos buscas judiciales que pesan sobre él, le llevaron a acelerar y conducir 25 kilómetros huyendo por la M-50, luego la A-5 hasta llevarse a casi una decenas de personas por delante en el paseo de Extremadura, ya en el distrito de Latina de Madrid capital.
Pedro huyó a pie por la calle de Saavedra Fajardo. Entre otras irregularidades, al homicida se le había retirado ya el carné de conducir, por lo que no podía conducir.
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