El clan de los Maya, narcos y ladrones de droga de Algeciras, abre 'sede' en Madrid

En Algeciras se puso en marcha el pasado otoño el operativo Pisa (por los nombres de los barrios de la Piñera y el Saladillo), de control y prevención de estos grupos, incluidos los Maya.

Precisamente, la semana pasada, la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) arrestó a un menor de 16 años por el asesinato a puñaladas de uno de los del clan, Jesús Maya, de 18 años, el 3 de octubre pasado en Algeciras. La detención se llevó a cabo en la barriada del Príncipe, en Ceuta.

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«El sospechoso, que estaba en libertad vigilada, no compareció ante el juez y se le declaró en rebeldía y fugado; pero, lejos de arrepentirse, comenzó a subir a su cuenta de TikTok vídeos burlándose de la víctima», señala un mando. Había huido del piso en que se escondía y se dictó una orden de busca y captura contra él a finales de julio.

La Policía sospechaba que, ante semejante actitud y conociendo cómo se las gastan los Maya, fueran a por el presunto homicida, y le han cazado a primeros de agosto. Algunos de sus mensajes eran: «De la cárcel se sale, del boquete no. Llorando por vuestro muerto, fantasmones». Realmente, el objetivo del menor era el cuñado de Jesús Maya, pero el ajuste de cuentas acabó con este último, cuando se cruzó con el asesino por la calle, al ir a hacer una compra.

Una mala racha para este clan español, pues días antes de esta detención los miembros que se habían instalado en Villalbilla eran arrestados, en la operación Miel. Concretamente, son cuatro hermanos de 22, 23, 25 y 16 años, precisan fuentes del caso. El aviso de vecinos de la urbanización el pasado abril, que se quejaron del olor a marihuana y el trasiego de gente, puso a los agentes tras la pista.

Efectivamente, la Brigada de Policía Local de Torrejón de Ardoz y la Benemérita se percataron de que, dentro de la vivienda unifamiliar, de lujo, habían montado una plantación con más de 1.400 unidades de marihuana. «Es curioso lo bien organizados que estaban; uno de ellos hacía las veces de guardés y siempre tenían a alguien vigilando el negocio», declaran a ABC fuentes del caso. Además, tenían armas en puntos estratégicos, como ventanas y puertas, por si sufrían algún 'vuelco' (robo de droga, en el argot) por parte de otros narcotraficantes.

De hecho, los Maya son conocidos en la provincia de Cádiz, más que por las sustancias que mueven, por sus asaltos a otros grupos, a los que sustraen sobre todo estupefacientes o el dinero que sacan de ese ilícito negocio, precisan las fuentes consultadas.

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En concreto, en el chalé madrileño había armas de 'airsoft', un revólver modificado para hacer fuego real, tres fusiles del calibre 22, dos escopetas, dos machetes y unos mil euros en efectivo. A los arrestados se les imputan los delitos de defraudación del fluido eléctrico, por el enganche ilegal a la luz para mantener viva la plantación; pertenencia a grupo criminal, y contra la salud pública.