La ciudad del futuro se ensaya en Madrid: botones del pánico, cabinas con servicio de paquetería y farolas inteligentes

Dotar de inteligencia a la ciudad y reforzar el posicionamiento de Madrid como polo de innovación digital son los grandes objetivos del laboratorio, que ya muestra algunos de los futuros servicios. La intensidad de la iluminación de las calles se incrementará cuando los peatones crucen los pasos de cebra y las farolas cercanas podrán parpadear para que los conductores tengan más información de la actividad de los paseantes. Incluso se informará del comportamiento de las bicicletas, puesto que los postes podrán ponerse en intermitente para señalizar que algún vehículo de dos ruedas se incorpora a la carretera, lo que reducirá el riesgo de accidentes.

«Un objeto hablará con otro», resume Fernando Álvarez, subdirector de la Oficina Digital del ayuntamiento: «Todo estará automatizado para actuar. Por ejemplo, en las zonas verdes habrá sensores que medirán la temperatura, la humedad, el viento, la presencia de animales en árboles... Con esto se renaturalizará la ciudad y servirá para adaptar al cien por cien el riego», explica Álvarez, pero estas funciones no serán las únicas de los nuevos aparatos en los parques.

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«Analizarán las copas, y si ven que hay mucho movimiento o riesgo, mandarán un mensaje a las marquesinas digitales para que informen a los ciudadanos de que no pueden acercarse», añade el responsable de la oficina, que hace hincapié en que el fin es cumplir los retos que Europa marca para el periodo 2030-2050 en cuanto a transición verde y digital. «La persona va a ser el actor principal de la ciudad», asegura Álvarez.

Todos los artilugios del futuro están financiados por el Foro de Empresas por Madrid. Entre ellos, destaca la cabina telefónica del siglo XXI que, además de para hablar –aunque en este caso con los servicios de Emergencia– permitirá ser utilizada como punto de recogida y devolución de paquetería, carga inalámbrica para móviles y agenda del ocio.

La previsión es instalar una por cada 3.000 habitantes de modo cada residente tenga una a menos de diez minutos de su domicilio. En su pantalla principal, completamente digitalizada, se podrá consultar información turística, agenda cultural, mapa de lugares cercanos o, incluso, los datos meteorológicos, de contaminación y gráficas de polen y ruido.

Además, se gestionarán las recogida de paquetes mediante el escaneo de un código QR que proporcionen todas las empresas y pequeños comerciantes que quieran usar el servicio de almacenamiento. «Se calcula que de cada 100 paquetes, 25 no se entregan en el primer intento», cuentan los responsables de este artilugio, denominado CabinPaq, que además será un punto de WiFi gratuito que unirá de norte a sur y de este a oeste toda la ciudad, por si los turistas o los madrileños necesitan utilizar internet.

Su previsión es que así se retirarán de la calle entre 200 y 300 furgonetas de reparto. «La furgoneta deja el paquete en el CabinPaq seleccionado por el comprador y se vuelve al almacén, sin pulular por la ciudad de Madrid», confían los creadores de este servicio fabricado en su totalidad en España que también integra cámaras de seguridad y un contador anónimo de personas.

Desde otro de los laterales, se podrá llamar a los servicios de Emergencia como el 112, Policía Nacional, Policía Municipal, atención a la violencia de género o cancelación de tarjetas si se sufre un robo.

A estos inventos se unen las farolas inteligentes, un sistema de alumbrado que deberá instalarse en todos los barrios y que se encenderá solamente cuando haya transeúntes caminando por las aceras; si estas están vacías, las luces se apagarán para ahorrar energía. También los postes con botones del pánico para emitir alertas urgentes, robots que bajarán a las alcantarillas y cargadores de vehículos eléctricos. «Cada cinco luminarias habrá un cargador. La tecnología facilitará que se aplique esta medida, aunque haya picos muy grandes de consumo», explica el subdirector de la Oficina Digital.

«Este laboratorio de Internet de las Cosas Ciudad de Madrid persigue la innovación y excelencia de los servicios digitales, aplicando tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, la realidad virtual, el 'blockchain' y la ciberseguridad», informan desde el ayuntamiento: «Para dotar de inteligencia a la ciudad, los millones de equipos e instalaciones se están conectando a través del internet de las cosas para avanzar en una gestión basada en evidencias, en datos, y construir una ciudad abierta, interoperable y cibersegura».

Los primeros espacios urbanos inteligentes se colocarán en diferentes zonas de la ciudad –todavía no especificadas– para medir su impacto e involucrar a los ciudadanos en su configuración. Una urbe del futuro que todavía no alcanzamos a imaginar pero que ya se configura en el laboratorio de la Politécnica.