Los casos de gripe en Madrid se disparan: están diez veces por encima del nivel epidémico, y lo peor está por llegar

Poquísimas familias pueden decir que estas fiestas no se han encontrado con algún pariente que había 'caído' a consecuencia de la gripe. Las toses, la fiebre o las décimas, los dolores musculares y el malestar general, en los casos más leves, se han dejado sentir como hace un lustro que no se veía. La directora general de Salud Pública, Elena Andradas, reconocía que «estamos en unas semanas con una gran circulación de virus respiratorios», y «el más frecuente en estos momentos es el de la gripe».

La tendencia es imparable y en vertical: las últimas cuatro semanas de diciembre se asistió a una subida constante de casos, la última semana se alcanzaron los 168 por 100.000 habitantes en Atención Primaria, y este miércoles se calculaba que estaríamos ya en 230. Unas cifras, matiza Andradas, que no están por encima de las alcanzadas en otras temporadas previas a la pandemia, aunque sí son muy superiores a las de 2021-22 y 2022-23 (en el año 2020 apenas hubo gripe; el uso generalizado de la mascarilla nos salvó a casi todos). Pero en la temporada 2018-19, explica, el ico se alcanzó con unos 291 casos por 100.000 habitantes, que fueron 280 en la temporada 2019-20. En ambos casos, los picos se alcanzaron a finales de enero o primeras semanas de febrero. «Este año todo apunta a que el pico se va a adelantar», señala Andradas.

Hasta un experto en la materia como el ex viceconsejero Antonio Zapatero, director del hospital de Ifema durante la pandemia del Covid-19, se asombraba ayer ante la explosiva gráfica de crecimiento de la gripe: «Es un ascenso en vertical, con incidencia más alta en niños de 0 a 4 años y en mayores de 80 años, que son los que ingresan más». A su criterio, «con esta gráfica, temo que la mayor incidencia será avanzado el mes de enero».

De acuerdo con el último informe epidemiológico semanal que publica la Consejería de Sanidad, durante todo el año 2023 se han declarado 67.196 casos de gripe, frente a los 30.516 de 2022. El número de casos notificados la última semana del año fue de 11.324, algo más del doble que la semana anterior. El umbral de epidemia -construido a partir de las 10 temporadas anteriores, salvo la 2020-21 en que apenas hubo casos- se sitúa en 24,95 casos, y el año acabó multiplicándolo por más de seis: 167,5 casos por 100.000 habitantes. Y este miércoles ya se multiplicaba por nueve, en una ascensión hasta ahora imparable.

Afortunadamente, los contagios de otras enfermedades respiratorias típicas de la época han descendido: especialmente, el número de episodios de bronquitis y bronquiolitis, que en la última semana del año 2023 ha registrado 646 casos -176 menos que la semana anterior-. En cuanto al Covid, cuyos datos ya sólo se registran entre los mayores de 65 años, el año ha acabado con 46,6 contagios por 100.000 habitantes, sobre todo en el grupo de 80 y más años. La incidencia acumulada semanal de ingresos urgentes fue de 2,4 casos por 100.000 habitantes, algo superior a la semana anterior (en que fue de 1,7). De nuevo son los mayores de 80 años el colectivo más afectado.

Los médicos madrileños llevan semanas viendo cómo sus consultas se llenan de pacientes con la misma sintomatología. Una facultativa de Atención Primaria de Carabanchel Alto alertaba sobre las «muchas viriasis» -infecciones respiratorias causadas por un virus- que les estaban llegando. Algunos se acordaban de situaciones anteriores, como la explosión de casos de la variante Omicron del Covid a finales de 2020, que «llevaba a atender de 100 a 120 pacientes por día». Destacan también los médicos que «la duración de la clínica está siendo larga, en torno a dos semanas hasta que están recuperados».

Las urgencias hospitalarias también notan el incremento de la presión asistencial: sobre todo, desde el sindicato Amyts destacan que están sufriendo complicaciones especialmente «el Hospital del Sureste, en Arganda del Rey; el Infanta Sofía, donde siguen con cuatro profesionales menos de media y una situación que califican de insostenible; el 12 de Octubre y el Gregorio Marañón».

La Consejería de Sanidad presentó hace semanas su Plan de Invierno, que suponía la contratación de 1.800 profesionales sanitarios para reforzar los hospitales públicos de la región, con un incremento del 12,7 por ciento respecto al año pasado. Concretamente, supone incorporar 120 médicos, 596 profesionales de Enfermería, 561 técnicos en cuidados auxiliarse de enfermería, 115 celadores y 22 técnicos de laboratorio. También estaba previsto reforzar las plantillas hospitalarias para hacer frente al incremento del virus respiratorio sincitial, principal causa de bronquiolitis entre la población infantil: se contrataría para ello a 30 pediatras, 188 profesionales de Enfermería, 150 auxiliares y 18 celadores en total.

Sobre este Plan de Invierno, la secretaria general de Amyts, Ángela Hernández, ponía en duda la semana pasada su eficacia. Tras denunciar que el aumento de casos de gripe y Covid estaba sobrepasando a los centros de salud y urgencias hospitalarias. «Es una situación que se repite año tras año, y los planes de invierno de las administracioens son insuficientes» entre otras cosas porque «en las urgencias madrileñas nos dicen que los contratos médicos de refuerzo que se publican no son cubiertos por las malas condiciones laborales».

Según la Consejería de Sanidad, el Plan de Invierno de este año consta de tres fases, que se pondrían en marcha en función de la demanda que se detecte en las urgencias hospitalarias.

Desde la Dirección General de Salud Pública se recomienda la vacunación frente a la gripe, que «sigue disponible en todos los centros de salud», y el uso de la mascarilla «independientemente de la edad, en cuanto se tengan síntomas». Y piden especialmente proteger «a los mayores de 75 años, utilizando mascarillas siempre que acudan a fiestas, al supermercado o utilicen el transporte público».