La cárcel del barrio de Salamanca donde Miguel Hernández escribió sus 'Nanas de la cebolla'

En pleno barrio de Salamanca, el paseante se tropieza con el conjunto de edificios del número 65 de la calle Conde de Peñalver, que en tiempos se llamó calle de Torrijos. Y es imposible no levantar la vista por su impresionante fachada de ladriollo estilo neomudéjar, construido en los primeros años del siglo XX, por encargo de una aristócrata madrileña, Fausta Elorz y Olías. O más bien, de sus herederos: ella falleció en 1906. Su entierro tuvo lugar el 15 de agosto de 1906, a las 9 de la mañana, desde la calle del Príncipe 15 a la Sacramental de San Isidro, según recogía el ABC.

Dejó el encargo de que su fortuna se destinara a obras de caridad, y sus herederos lo hicieron mediante la creación, en diciembre de 1914, de una fundación benéfica que fue la encargada de construir, sobre este terreno de Conde de Peñalver, la Residencia para Mayores Fausta Elorz, que incluía entre las condiciones para acceder a sus servicios el ser 'pobre de solemnidad'.

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El asunto es que cuando comenzó la guerra civil, el edificio fue confiscado y dedicado a prisión de mujeres primero y cuartel después. Tras finalizar la contienda, se convierte en cárcel para hombres, y en ella estuvo preso el poeta Miguel Hernández. Llegaba rebotado de las penitenciarías de Huelva y Sevilla, tras ser denunciado en Portugal y reconocido en la frontera española por un Guardia Civil que era paisano suyo y le reconoció.

En la cárcel de Torrijos, fue enviado a la cuarta galería, situada en su parte superior el edificio. Había allí entonces cerca de 3.000 presos, y rápidamente corrió entre ellos la noticia de la llegada del ilustre 'vecino'.

Dicen que fue allí donde el poeta escribió algunos de sus poemas más renombrados. En concreto, las famosísimas 'Nanas de la cebolla', a las que puso música el cantautor Joan Manuel Serrat. Unos versos enviados a su esposa, en respuesta a una carta de ésta en la que le refería las dificultades que pasaba para sacar adelante al hijo de ambos, un bebé aún al que comenzaban a salirle los dientes y al que sólo podía alimentar con pan y cebolla.

En la fachada del edificio de la fundación Fausta Elorz puede verse una placa que fue instalada el 15 de octubre de 1985 con motivo de un homenaje a este autor, Antonio Machado y Federico García Lorca. En ella, puede leerse: «La Sociedad General de Autores de España, al poeta Miguel Hernández, que compuso en este lugar las famosas 'nanas de la cebolla' en septiembre de 1939. «La cebolla es escarcha cerrada y pobre, escarcha de tus días y de mis noches». Nada dice el texto de que aquel lugar era un presidio cuando al poeta le llegó la inspiración.