Madrid se hace verbena
BAJO CIELO
Qué sería de Madrid si no tuviera estas fechas. Qué sería de mí si no pudiera tenerla. Dónde todo se hace así, sin preguntar y sin medias tintas
Háganse la feria, merece la pena
Madrid
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónY de pronto Madrid se hace verbena. Los bares salen a la calle, los gatos lo celebran, huele a verano cada calle, sabe a agosto y sus maneras. Las Vistillas son el centro y La Latina se engalana de cacharros, churrerías, ... alegría y son de fiesta.
Si tuviera que elegir un lugar para estas fechas, es sin duda este Madrid, esta semana de feria. La Paloma, san Cayetano, san Lorenzo y los ascetas, forman una santidad que en Madrid se vuelve atea.
En la plaza de la Cebada cuando cae el sol que aprieta, se escucha aquel murmullo que se pierde en callejuelas. Bajan desde el centro, aterrizan desde fuera, unos se apean en Atocha, muchos suben la rivera. Los niños gritan de noche, y a su sueño regatean, y las madres y las viejas, todos por la misma senda.
De pisos turísticos y sus derivados
Alfonso J. UssíaAlgunos alquilan estos espacios para beber, otros para timbas de póker o para practicar 'chemsex' u orgías con drogas de diseño, y de sala de juntas
Esta semana de agosto, en que España queda quieta, tiene en 'Madrí' otro pueblo, porque aquí también se reza. En las noches que no acaban, esas que escribió el poeta, tienen la luna de plata, y sus estrellas pasean. No hay lugar para turistas, esta semana es la nuestra, los carteristas se encierran y los mendigos se peinan. Van de un lado a otro, los que bebiendo se entregan, con las barras en la calle y los barriles en la puerta. Y las monjas se divierten y las putas se estrechan, y el viaducto se engalana de suicidas que celebran, esta vida que comienza con el fin de la tristeza.
Cada barrio con su acento, abre puertas y ventanas, para que la brisa se lleve todo aquello que nos cuesta. Y de día se duerme, de noche, nadie se acuesta. Es lo que tiene Madrid cuando nadie la molesta. Y se mezclan en la calle los cantantes y los trepas, todas las mujeres guapas, y los curas cuchichean. Y las cuevas de este mar que tenemos bajo tierra, se vacían por completo pues la vida pasa fuera. Una vez me dijo alguien, que no recuerdo quien era, que vivir Madrid de noche es vivir sobremanera. Por eso siempre me quedo, esta semana en mi tierra, una tierra que está hecha de mil leches y de penas. Ay, si Goya levantara por un rato su cabeza, no habría oscuridad en sus cuadros, ni esperpento en sus caretas. El humo de las parrillas, el algodón de feria, ponme otra copa muchacho, esta noche que es eterna. Y bajando a san Francisco donde el cielo cabe en su azotea, un bocata de chorizo y a volver a la verbena.
Si a la Paloma se añora, por aquello que nos duela, no se olviden que fue aquí, donde España se hizo inmensa. Lo intentaron los franceses, también el Duque de Lerma, las casas a la malicia y comenzó la picaresca. La bohemia, Valle Inclán, mi bisabuelo Muñoz Seca, fue Madrid el centro de eso que nos hizo a esta manera. Y por eso esta semana que ella también se celebra, le debemos, por lo menos, perder algo la cabeza. Después todo será igual, volverá el frío de la sierra, y los atascos y las prisas, y esos que tanto nos enfrentan.
Pero siempre volverá a brillar en estas fechas, la ciudad que nunca duerme, esa que hoy tienen afuera. Y se baila, y se atusa, y aunque parezca extranjera, es un pueblo que está hecho de los que vienen de fuera. Si alguien me pregunta dónde ir a verla entera, le diría que comience por Ventura de la Vega. Es el barrio de las letras, de Cervantes y de Lope, Santa Ana y Benavente, Tirso y cerca de Cascorro, donde todo está a la venta, para después llegar a los Carros con sus bares y sus cuestas. Ahí es donde está cociéndose en Madrid toda la fiesta, y bajando por Don Pedro a Bailén o Redondilla, donde el cantante compone y la Argentina despierta.
Qué sería de Madrid si no tuviera estas fechas, qué sería de mí si no pudiera tenerla. Dónde todo se hace así, sin preguntar y sin medias, tintas que van escribiendo de mestiza nuestra historia.
Si alguien pregunta por mí, por Menorca o por Norteña, hacedles saber que ahora sí, que sólo de esta manera, estaré en esta ciudad, pues Madrid se hace verbena.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete