El cante, el baile y el toque suben de rango: el flamenco en Madrid es declarado Bien de Interés Cultura
La referencia más antigua a este arte en prensa escrita de la capital data de 1853
La reencarnación de dos tablaos históricos
Madrid
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Iniciar sesiónEl flamenco es un aire cargado de pena, de amargura, de dolor, de miedo o de alegría, depende del palo y del momento. Se baila, se canta y se toca, o todo a la vez. Y en Madrid, desde hoy, es considerado Bien de Interés ... Cultural por su arraigo histórico en la región.
El cante, el baile y el toque son tan de Madrid como los churros o el bocadillo de calamares. Lo dicen los responsables del Gobierno regional, que recuerdan cómo la prensa de la capital fue la primera que lo identificó como género musical y artístico, en el año 1853. Y está tan imbricado en Madrid que el primer tablao que se inauguró en España abrió, precisamente, en la capital, hace ahora 70 años: Zambra.
Por todas estas razones, y algunas más de índole similar, es por lo que el Consejo de Gobierno va a aprobar este miércoles la declaración del flamenco como Bien de Interés Cultural del Patrimonio Inmaterial de la región. Es, aseguran, «un arte del espectáculo que forma parte de la sociedad madrileña, al menos, desde mediados del siglo XIX, con gran arraigo histórico y que comprende cante, baile y toque flamencos».
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El término 'flamenco' se utilizó por primera vez en la prensa madrileña el 6 de junio de 1847, en el número 249 de la publicación 'El Espectador'. Se trataba de una crónica denominada 'Un cantante flamenco', que estaba dedicada a Lázaro Quintana y su compañera, Dolores 'la gitanilla', un 'guillabaor' –cantante, en caló– y su pareja artística.
También en Madrid surgió la primera referencia a la música flamenca, esta vez en el diario La Nación, el 18 de febrero de 1853. Zambra fue el primer tablao abierto en España, en pleno barrio de los Jerónimos de la capital, en 1954; estaba considerado como un baluarte de la pureza flamenca, y eran sus principales estrellas la bailaora Rosa Durán y el guitarrista Perico el del Lunar (padre). A los artistas les gustaba mucho actuar aquí por el profundo respeto que el público profesaba a su trabajo.
Carácter singular
Los estudiosos creen que el flamenco tiene un carácter singular en Madrid: los músicos que se dedican a ello han podido trabajar sin problemas desde el siglo XIX. Y muchos se establecieron pero mantuvieron en privado el uso del flamenco.
Por ese camino se llegó al llamado 'sonido Caño Roto', que popularizaron grupos como Las Grecas o Los Chorbos. Así se llegó a la llamada 'rumba madrileña', mezcla de ritmos y sonidos y medio de expresión «de los gitanos de Vallecas, Caño Roto o Carabanchel».
Las peñas y asociaciones flamencas, que ha habido y hay en abundancia, «han contribuido a su mantenimiento y difusión», argumentan los responsables de la Consejería de Cultura, que dirige Mariano de Paco. Eso, y los tablaos, que fueron, y siguen siendo, piezas fundamentales en Madrid. Entre los más antiguos que resisten, están el Corral de la Morería, Torres Bermejas, Tablao 1911 (antiguo Villa Rosa) y Tablao de la Villa (antiguo Café de Chinitas). Todos ellos preservan su estructura arquitectónica y su decoración original desde los años 50 y 60.
A estos espacios clásicos se unen otros más recientes como Torero, Cardamomo, Café Ziryab o el Teatro Flamenco, entre otros. Siguen siendo una atracción para propios y extraños; en algunas se ofrecen masterclass, exposiciones de arte, y es muy común que ofrezcan también restauración, para complementar el espectáculo.
Promoción cultural
En Madrid abundan también los festivales y concursos, entre los que se dan ejemplos de un flamenco muy heterogéneo y abierto a nuevas propuestas. Son ejemplo festivales como Suma Flamenca, organizado por la Comunidad de Madrid, que en otoño de 2024 celebrará su XIX edición; y Suma Flamenca Joven, pensado para artistas emergentes, que este año hace su cuarta temporada. «Son todos ellos señas propias de la oferta turística y cultural de la región», afirman en Cultura.
De hecho, el Gobierno regional desde hace años para reforzar la posición y la imagen de Madrid como el gran referente de este género: lo incluye en sus programaciones culturales y sus campañas turísticas, y concedió en el año 2022 la Medalla Internacional de las Artes a la Asociación de Tablaos Flamencos. La declaración del flamenco como BIC supone otorgarle la mayor figura de protección patrimonial.
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