El brindis al sol de Maroto con el cierre de la incineradora de Valdemingómez

Maroto, flanqueada por su excompañera en el Ejecutivo de Pedro Sánchez, la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha desgranado este jueves su agenda climática. El Parque Tecnológico de Valdemingómez, ha asegurado, «genera niveles alarmantes de contaminantes peligrosos para la salud de la población y el medio ambiente». La planta es uno de los puntos más calientes de emisiones de metano de Europa y en los últimos años ha recibido un total de 254.000 toneladas de basura procedentes de los municipios del este, después de que se llenara el vertedero de Alcalá de Henares. Maroto pretende cerrar la incineradora en el próximo mandato y atender así «a las demandas de muchas asociaciones vecinales y grupos ecologistas que llevan tiempo reclamándolo».

—¿Dónde irían los residuos que se están tratando ahora mismo en Valdemingómez?—, ha preguntado la periodista de Europa Press.

—Bueno, nuestra estrategia es residuo cero, por lo tanto, no necesitamos quemar ni enterrar ningún residuo, hay que valorizar.

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Poco más de una hora después de las declaraciones de Maroto abría la sala de prensa de la tercera planta del Palacio de Cibeles. Como cada jueves, la portavoz municipal, Inmaculada Sanz, informaba a los periodistas de los principales puntos acordados en la Junta de Gobierno semanal. Una de las primeras preguntas abordó el asunto de Valdemingómez, donde el consistorio, que ha incrementado un 47% el presupuesto para tapar sus malos olores, está construyendo una nueva planta de compostaje.

—¿Es posible cerrar el vertedero? ¿Qué consecuencias tendría?

—Estamos en proceso electoral, cada partido está en su derecho de plantear las propuestas oportunas, pero conviene no decirle a los madrileños cosas que es evidente que no se pueden cumplir.

La candidata socialista propone una estrategia municipal de residuos centrada en la reutilización y el reciclaje de la materia orgánica. También un «plan de choque de limpieza integral barrio a barrio», mediante la apertura de un espacio web donde los vecinos puedan enviar sus sugerencias. Esa medida ya existe: los ciudadanos pueden avisar para que el ayuntamiento limpie cualquier punto de su calle a través de la web municipal o del 010. En noviembre de 2021, el Gobierno de José Luis Martínez-Almeida destinó la mayor partida de su mandato, casi 1.700 millones de euros, a unos nuevos contratos de limpieza que pusieron fin a ocho años de pliegos 'basura' rubricados por la exalcaldesa Ana Botella.

El pasado diciembre, el pleno de Cibeles aprobó además la nueva ordenanza de limpieza, que aspira a reducir la generación de basura y fomentar la economía circular. La nueva normativa obliga, entre otras cosas, a que las grandes comunidades de vecinos alberguen un contenedor específico para el aceite vegetal -cada litro de este líquido graso que se desecha por el fregadero puede contaminar hasta 1.000 litros de agua- y que los locales comerciales dispongan de una recogida de residuos puerta a puerta. Actualmente, el Ayuntamiento de Madrid invierte alrededor de 700 millones de euros al año en materia de limpieza y recogida de residuos.

Si consigue el bastón de mando el próximo 28 de mayo, Maroto garantiza que activará su plan especial de limpieza «en los cien primeros días» del mandato. Durante el desayuno, la exministra de Industria, Comercio y Turismo ha criticado la «falta de gestión» de Almeida, la existencia de 20 vertederos ilegales en la periferia y la desigualdad en términos de inversión entre distritos. «Mientras el gasto medio por persona y año en Chamberí es de 115 euros, en Carabanchel es de 75 euros, es decir, 40 euros de diferencia», ha puntualizado.

La última promesa de la candidata para revertir el descalabro socialista en la capital es una agenda climática. Su fórmula es «la regla 3-30-300»: que cada vecino de Madrid vea al menos tres árboles desde su ventana, que goce de un 30% de cobertura vegetal y que viva a al menos 300 metros de un parque o zona verde. Maroto ha insistido en varias ocasiones que las políticas ambientales son una «prioridad». «Frente al negacionismo climático del PP, los socialistas vamos a trabajar por un Madrid más habitable, sostenible y saludable», ha zanjado. Faltan 24 días para las urnas.