Borja Cabezón, el exdiputado regional fiel a Sánchez desde los tiempos de Iván Redondo

Nacido en 1980 y licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración por la Universidad Complutense de Madrid, Cabezón siempre ha sido de los que dan un paso al frente: a los 20 años fundó y presidió la asociación Inquietud Europea; poco después fue fundador, coordinador e impulsor junto a Felipe González de la Cumbre de Jóvenes Iberoamericanos, y con 27 ponía en marcha y dirigía una empresa de energías renovables. Desde entonces, ha ido saltando de cargos privados a públicos, sin perder nunca la vinculación con el PSOE. Dicen quienes le conocen que es buen amigo de Gonzalo Miró, y tiene una página web propia en la que incluye currículum y noticias sobre él.

Al lado de Pedro Sánchez estuvo desde el principio: ya en 2018 le nombró director general de asuntos nacionales del Gabinete del Presidente. Y su colaboración con Sánchez ha sido estrecha desde entonces. Aunque antes, en 2017, tuvo un tropezón por una denuncia de manipulación del censo de las primarias de 2017 en su agrupación de Majadahonda, para favorecer la candidatura de Susana Díaz; un caso que cerró la Comisión de Ética del PSOE, que rechazó la denuncia.

De la mano de Pedro Sánchez llegó en 2019 a la lista del partido para la Asamblea de Madrid, donde fue como número 9 y dirigió la campaña del candidato Ángel Gabilondo. Su paso como diputado regional no fue demasiado sonado: aunque el líder socialista ganó por votos las elecciones, no pudo gobernar porque Díaz Ayuso acordó con Ciudadanos un ejecutivo de coalición.

Pronto se le buscó otra salida: en diciembre de 2020, dejó el acta de diputado para dirigir la Casa de América, la institución pública dependiente del Ministerio del Exterior. Pero la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento, que también participan en la gestión del ente, se negaron al nombramiento, que finalmente no se produjo. Durante los siguientes meses, fue director general adjunto de una empresa solar fotovoltaica con presencia en España y América Latina.

Su siguiente responsabilidad pública, en marzo de 2022, vino de nuevo de la mano de Pedro Sánchez, que inventó un cargo a su medida: embajador político al cargo de la misión especial para la crisis internacional de la Covid-19 y la salud global, un rimbombante título que le duró hasta que, en enero de 2024, asumió la dirección de la pública ENISA, la empresa nacional de innovación.

Hace apenas dos semanas, Pedro Sánchez lo incluía entre los dirigentes socialistas que se iban a ocupar del partido tras la marcha de Cerdán. Ahora, entra por la puerta grande en la renovada organización del partido, de nuevo de la mano de su padrino.