El 'boom' de los hostales cápsula en Madrid: «No buscamos lujo, solo un lugar donde pasar la noche»

Yoti Carrasco –quien inauguró el primero de estos establecimientos en 2020 en Madrid este innovador negocio en 2020– no sabía cuando se vio obligada cerrar el local ante la llegada de la pandemia que años después se convertiría en todo un éxito. Replicando una idea japonesa que comenzó a finales del siglo pasado y que se mantiene hoy en día –en la que los viajeros por trabajo se han visto desesperados por encontrar un sitio donde pasar la noche ante el incremento del turismo en sus grandes ciudades–, esta valenciana trasladó el mismo concepto pero enfocándolo hacia un 'target' diferente al del país asiático. «Aquí no tenemos la superpoblación japonesa, pero sí muchos turistas que quieren ver de arriba a abajo Madrid», explica.

La pasada semana, con los dos encuentros de Copa del Rey celebrados en el Santiago Bernabéu y el Metropolitano y los tres conciertos de Maluma en el Movistar Arena, este hostal ha llenado las 22 cápsulas que dispone –10 dobles y 12 individuales. A mediodía, no hay nadie en estos cubículos puesto que los viajeros que escogen esta opción habitacional no buscan una estancia cómoda sino un lugar donde dejar sus pertenencias, asearse y dormir unas horas.

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«Al final, no queremos un espacio lujoso para quedarnos un par de días, solo buscamos un sitio donde pasar la noche. El resto del día estás en la calle y visitando Madrid», cuenta Pablo, un murciano de 24 años, a este periódico. Se alojó con su pareja en uno de estos compartimentos en Chueca hace unos meses para asistir a una feria en Ifema.

«La relación calidad precio es lo que más nos llamó la atención. Al principio dudábamos un poco pero nos dejó bastante sorprendidos la limpieza y seguridad», relata. Cogieron una cápsula doble –dejando todas sus pertenencias en dos taquillas que vienen incluidas en la reserva– y el precio de dos noches les salió por un total de unos 120 euros en total. «Es casi la mitad de lo que nos costaba un Airbnb», señala.

Los clientes son principalmente jóvenes –extranjeros los días entre semana y turistas nacionales durante los sábados y domingos–, pero también acogen a nómadas digitales que están de paso por la ciudad, así como a excursiones de fin de curso de colegios e institutos de todo el país. Al fin y al cabo, señala la recepcionista a este periódico, se trata de «un hostal cualquiera» pero que en lugar de literas hay compartimentos cerrados que ofrecen la sensación de «mayor privacidad».

Eso sí, insiste Carrasco, las noches que pasan sus clientes en este hostal no superan las «dos o tres». «No resulta nada cómodo ni barato pasar estancias largas aquí», apunta. El precio de estas cápsulas nunca es el mismo ya que varía en función de la demanda, de si se reserva un día entre semana o un fin de semana y de la época del año. Una noche en este hostal teniendo en cuenta todas estas variables, oscila entre los 28 hasta los 120, explica a ABC Manuela. Por ello, quedarse todo un mes podría no resulta una opción rentable ya que podría costar «hasta 3.000 euros».

Desde la llegada de este hostal al número 19 de la calle de Rafael Riego hace más de cinco años, este negocio ha llamado la atención de inversores. Según los datos que maneja la plataforma de viajes Booking, en Madrid hay un total de 7 hostales cápsula. Aunque muchos se encuentren ubicados en el distrito Centro, en barrios como Carabanchel, Usera o Ciudad Lineal –este último por cercanía a Ifema– también ofrecen estos alojamientos 'low cost'.