Los barrios divididos por la A-5 en obras exigen más cruces peatonales
El ayuntamiento se reunió ayer con los vecinos de Latina, preocupados por la movilidad interna
Comienzan los cortes de la A-5: tramos cerrados y alternativas
Primeras demoliciones, realizadas este fin de semana, en el entorno de la A-5
A 24 horas de que empiecen las grandes afecciones al tráfico por las obras de soterramiento de la A-5, a pie de barrio la preocupación no está en los conductores, sino en cómo se moverán de un lado a otro los vecinos de Latina ... divididos por el Paseo de Extremadura: Lucero, Aluche y Las Águilas por un lado y Campamento, Casa de Campo y Batán por otro. «Creemos que el plan de movilidad ha pensado mucho en los vehículos y no tanto en las personas que nos movemos en nuestro entorno, caminando. Entre nuestros barrios hay mucha relación, cruzamos constantemente. Los de Batán, por ejemplo, cruzan para ir a su centro de salud, nosotros en Campamento para coger el Metro...», cuenta Andrés Piñero, presidente de la Asociación Vecinal de Campamento, que critica además que desde la junta del distrito no se reunieron con ellos para darles los detalles del plan de movilidad interno hasta ayer, aunque llevan desde octubre pidiendo ese encuentro.
«Esta comunicación entre barrios nos preocupa muchísimo, porque por lo que conocemos hasta ahora se resuelve con un autobús circular que va de Batán a Lucero. Y luego están los pasos a pie, que son fundamentales, porque hay hasta cinco colegios en el entorno del Paseo de Extremadura a los que van alumnos de todo el distrito. Hay uno, el Divino Maestro, que incluso tiene instalaciones a ambos lados de la autovía», insiste Javier Poveda, portavoz de la Coordinadora Vecinal de Latina.
Hasta ahora, reconocen estos vecinos, el tránsito de una orilla a otra de la A-5, «desastroso», se hacía por unos viejos pasadizos inferiores llenos de grafitis que en sus 50 años de vida han sido foco de conflicto no en pocas ocasiones. Piñero asegura que hay casi una veintena a lo largo del Paseo de Extremadura, diez de ellos localizados en la zona que se cubrirá en esta primera fase del soterramiento, además de una pasarela superior. Con las obras se verán afectados, a partir del 9 de febrero, según el consistorio, el del enlace de Boadilla (P.K. 5+900), el de las calles de San León y Sanchorreja (P.K. 5+100), el de la calle San Juan de la Mata (P.K. 4+950), el de la calle Villavaliente (P.K. 4+300) y el de Villamanín y la calle del Olivillo (P.K. 4+100).
El futuro Paseo Verde del Suroeste acabará definitivamente con muchos de estos 'túneles del miedo', pero mientras duran las obras, los vecinos buscan una solución, puesto que en algunos de estos pasos, como el de la Avenida Padre Piquer, «el trasiego es constante, calculamos que pasan al día hasta 10.000 personas», insiste este vecino, que asume que ahora les tocará sin duda «dar más vuelta» para cruzar.
Más buses
Desde el consistorio son conscientes de que es esencial mitigar esta brecha: «Estamos buscando con el distrito la mejor manera de solucionar el cruce de la A-5 que ahora se hace a través de esos subterráneos que irán quedando sin efecto de forma progresiva», explicaba el pasado viernes Borja Carabante, delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad. «Quedarán a lo largo de las próximas semanas algunos pasos inferiores todavía en servicio y la pasarela. Pero tenemos que buscar la alternativa para poder hacer esos cruces no solo de los peatones, sino también de los vehículos, por eso también se producen modificaciones de dirección en algunas calles del entorno». Fuentes de Movilidad detallaron ayer a este diario que estos pasos no se cortarán a la vez, sino que cuando se hagan los distintos enlaces «habrá conexión peatonal en superficie en los mismos, a través de pasadizos y pasarelas».
Los vecinos de Latina también piden que esa nueva ruta de la EMT entre Batán y Lucero sea gratuita, y que se refuercen líneas que recorren el bario y han quedado fuera del plan de movilidad, como la 55 y la 25. «La línea 6 va a cerrar en el segundo semestre, y eso supone quitar otra posibilidad de ir al centro a los de Lucero», sostiene Poveda, que también pide una «interlocución constante» con el Ayuntamiento para mitigar los problemas que vayan surgiendo. Aún queda mucha obra por delante.