Pitada a Ayuso en la zona afectada por la línea 7B de Metro: «Lo perdimos todo, estamos hartos de parches»

Este jueves, por primera vez desde que llegó a la Real Casa de Correos, los vecinos han recibido la tensa visita –entre abucheos y gritos– de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que ha prometido «no parar hasta resolver el problema» que comenzó en 2007, cuando la línea se inauguró. Pero para los afectados, las palabras ya no bastan. «Metro hace aguas, nuestras casas se hunden» se ha podido leer en la pancarta que ha presidido la comitiva contra la gestión del Gobierno regional. «Metro, culpable; Ayuso, responsable», «vergüenza os tenía que dar», «menos parches y más soluciones» han sido algunas de las críticas que han lanzado los residentes en lo que duró la tan «tardía» visita.

Entre el gentío –controlado por un amplio despliegue policial–, mirando directamente a la presidenta, ha estado Josefa, quien a sus 80 años ha aguardado paciente a que Ayuso saliese de la oficina de atención a los afectados por las obras, abierta hoy. De su vivienda ya no quedan ni los escombros y, realojada hace seis meses, el 20 de septiembre tuvo que dejar el apartahotel que pagaba el Ejecutivo autonómico y buscarse una nueva morada.

«A mi edad me he tenido que ir a un pueblo de Guadalajara, lo único que he encontrado y donde he podido porque tengo que pagar la casa», cuenta la anciana, entre lágrimas, pensando en todo lo vivido y perdido. «Lo hemos perdido todo por las obras. Estamos cansados de parches, solo queremos soluciones dignas y definitivas. Pensaba que ahí iba a pasar el resto de mi vida y ya ves...», concluye sin poder terminar la frase. Llevaba 78 años en la localidad; 32 en la zona perjudicada.

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Al terminar el acto de inauguración de la oficina, Ayuso se ha acercado a hablar con ella, con los cánticos de fondo de la mayoría de afectados, que han tildado la presentación de «acto electoral». «Me ha dicho que nos va a ayudar, que buscarán las mejores soluciones y que nos darán las mejores indemnizaciones. Que nos entiende», explica Josefa sobre las palabras de la presidenta. Preguntada sobre si después de tanto tiempo se las cree, la respuesta es tajante: «Ya no confío».

Acompañada por el vicepresidente y consejero de Educación y Universidades, Enrique Ossorio, y los consejeros de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura y Transportes e Infraestructuras, Paloma Martín y David Pérez, Ayuso ha anunciado actuaciones para el enclave. Además de la apertura de la oficina de información, incluyen la creación de una zona verde con equipamientos deportivos e infantiles y un plan de 10 millones de euros para consolidar el terreno, trabajo que ya está llevando a cabo y que se prevé que dure seis meses.

«Resolver la situación es una de mis prioridades como presidenta de la Comunidad de Madrid. Por inabordable que parezca, vamos a hacerlo. Entiendo las críticas y el malestar de los vecinos, y ninguno de ellos se va a quedar en la calle», ha asegurado Ayuso en el interior del local de información, mientras fuera se sucedían las consignas: «Menos propaganda y más soluciones» es el grito que se ha colado en ese momento. «Han abandonado sus viviendas en circunstancias muy dolorosas. Junto a los hogares y negocios se han derribado rutinas y proyectos de vida. Somos conscientes de todo lo que han perdido y de las dificultades que enfrentan de un problema que no han provocado ellos», ha subrayado Ayuso, que ha prometido «no escatimar un euro» en las indemnizaciones y «facilitar todas las soluciones».

Hasta el momento, hay abiertos 76 expedientes de responsabilidad patrimonial de perjudicados, aunque la Administración sostiene que solo 24 han presentado toda la documentación. Asimismo, 72 familias están realojadas, aunque para 27 ya ha concluido el plazo establecido en la orden de emergencia que dictó el Gobierno madrileño. Al no poder ampliarse, se ha llegado a un acuerdo con los vecinos: se les pagará 798 euros al mes durante medio año en concepto de anticipo para que puedan alquilar una vivienda, hasta que tengan las correspondientes indemnizaciones tras los derribos. Si el arrendamiento es superior, la cuantía se añadirá a la indemnización, explican desde el área que dirige David Pérez. Ocho ayudas ya han sido tramitadas. Mientras tanto, en San Fernando todos temen que las grietas se sigan extendiendo y que la «solución digna» siga siendo una promesa.