Ayuso descarta una lucha interna en el PP y apoya el plan de Feijóo

Ayuso no está en abrir ninguna guerra interna en su partido. «No estoy para perder el tiempo, no hay ninguna polémica ni la va a haber», ha zanjado. Y para despejar cualquier duda que pudiera quedar sí respondió a Esperanza Aguirre, una de las 'fans' más incondicionales que tiene. La veterana dirigente del PP había criticado la campaña de Feijóo y había insinuado que el futuro del partido pasaba por Ayuso. En su comparecencia después de reunir este miércoles a los máximos órganos directivos del PP de Madrid en Génova, la presidenta madrileña agradeció a Aguirre sus palabras y su confianza, pero fue tajante en su respaldo a Feijóo: «Esto no funciona así. No puede ser que el jueves estemos con el presidente Feijóo en un mitin aplaudiéndole y el martes tirándolo por un puente. No somos podemitas».

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Aguirre ha comentado después a ABC que las palabras de Ayuso le habían parecido «muy bien». Y sobre el comentario concreto de que no hay que tirar a Feijóo por un puente, apunta con ironía: «No pienso hacer semejante cosa». Hay pocas ganas de guerra en el partido. Al menos por ahora.

Ayuso convocó la Junta Directiva Regional del PP de Madrid para analizar el resultado de las elecciones. Los periodistas han abarrotado la sala de prensa de la primera planta de Génova para asistir a la primera comparecencia de la presidenta madrileña desde el domingo. Sus palabras se iban a medir al máximo, en un intento de encontrar claves internas en un partido que desde el domingo vive una especie de mal sueño. No había más que ver algunas caras y sonrisas congeladas aquella noche en el balcón de Génova, en lo que debía haber sido una fiesta. Fue entonces cuando el público obvió a Feijóo y empezó a corear el nombre de la presidenta de la Comunidad de Madrid: «¡Ayuso, Ayuso!».

La aludida ha comentado ahora con naturalidad cómo se sintió: si el PP hubiera ganado por mayoría absoluta, aseguró, la gente también habría gritado su nombre. Estaban en Madrid y ella levanta pasiones. Es lo más parecido a una 'estrella de rock' en la política. Pero de rock duro. «No iba de rojo por ningún motivo. Vamos, me puse de rojo porque salí de casa pensando que íbamos a ganar. Una camiseta de nueve euros. Es lo último que me importa a mí cuando salgo por la puerta de mi casa, con la de cosas que tengo».

La presidenta madrileña ha comparecido ante los medios de comunicación arropada por la plana mayor de su partido, como en las grandes ocasiones. Ha llevado una declaración preparada, que ha dado un tono más grave y solemne al momento político que atraviesa España. No ha habido una sola crítica a la campaña de su partido ni a su candidato. Ni un solo reproche. Tampoco admoniciones sobre la relación del PP con Vox. Todo su discurso ha ido dirigido a advertir de que Pedro Sánchez ha vuelto a mentir a los españoles porque ya ha pactado con el prófugo Puigdemont para «vender la nación a sus enemigos». Y también ha recordado que Feijóo ha ganado las elecciones y le corresponde buscar una alternativa a los pactos de Sánchez y presentarse a la investidura. «Ojalá Feijóo tenga el sí del Rey», ha comentado.

Ayuso apoya a Feijóo dentro de ese camino. En el hipotético caso de que el líder del PP 'declinara' presentarse a la investidura, como hizo Mariano Rajoy en 2016 al no contar con los apoyos suficientes, la presidenta madrileña dio a entender que ese gesto no tendría su amparo. En cualquier caso, el plan de Feijóo pasa por intentarlo y ahí tiene «el absoluto respaldo del partido en Madrid y de la organización nacional entera». Para justificar esa posición, ha recordado que el poder que tiene el PP no es pequeño ni mucho menos, con la fuerza de gobierno de 12 comunidades, decenas de diputaciones, la mayoría de las grandes ciudades desde el 28 de mayo y la mayoría absoluta en el Senado, que permitirá activar, entre otras cuestiones, comisiones que no son del interés del sanchismo, y en su caso frenar reformas estatutarias del País Vasco o Cataluña.

El apoyo de Ayuso pasa así por que Feijóo lo intente hasta el final. Pero ya se sabe que en su móvil hay «mensajes» no abiertos que cuestionan al líder nacional. De momento la presidenta madrileña quiere ignorarlos. Pero ahí siguen con la notificación de 'no leídos'. «Mi sitio está en Madrid», insistió a modo de respuesta pública.

Ayuso ha preferido poner el foco en Pedro Sánchez, con una advertencia de traición. La ha soltado nada más empezar su declaración ante los medios: «Es mi deber alertar de que Pedro Sánchez va a aprovechar estos días de agosto, con España de vacaciones, para asegurarse el poder a toda costa y cerrar sus pactos a espaldas de los españoles. Nuevamente está mintiendo a la nación puesto que ya tiene un pacto con Puigdemont».

En dos semanas, augura, «comparecerá para decir que el presidente Feijóo no puede presentarse a la investidura porque él tiene los acuerdos necesarios, cuando es el presidente del Partido Popular la fuerza más votada, es quien ha ganado las elecciones y, por tanto, quien ha de dar ese paso primero». «Alertamos a todos los españoles de que Pedro Sánchez ya lo tiene todo pactado y va a vender literalmente nuestra nación a sus enemigos».

«Zapatero y Sánchez buscan que el Partido Popular no vuelva a gobernar nunca, al precio que sea, y no solo por una cuestión de poder, sino también porque están convencidos de que ellos quieren presidir y liderar la transformación territorial de España», asegura. Ayuso ha denunciado que «en el pacto de Sánchez va que Otegi sea lendakari y que los nacionalistas gallegos y catalanes cogobiernen y que esto suceda también en Navarra».

A su juicio, Sánchez quiere pervertir el orden constitucional y sustituirlo por una república federal plurinacional. Por eso, subraya, «les estorba la Corona, la unidad nacional y la soberanía nacional, los símbolos del Estado y la Transición», y también Madrid, «que siempre está ahí cuando más se le necesita».