Ayuso batallará para evitar el cierre definitivo «por sectarismo» de la estación de esquí de Navacerrada

Madrileños y visitantes se deslizan por las laderas nevadas de Navacerrada desde inicios del siglo XX. Pero la situación se ha complicado en los últimos años: en 2013, se declaró Parque Nacional a la Sierra de Guadarrama, y las 7,6 hectáreas que ocupa la estación se enclavan en la zona de máxima protección medioambiental.

Por este motivo, el Ministerio de Transición Ecológica, a través del Organismo Autónomo de Parques Nacionales (OPAN), anunció en marzo de 2021 su intención de no prorrogar la concesión de las pistas de esquí. En 2022 se abrió, al amparo de una prórroga solicitada para compensar lo perdido en tiempos de la pandemia Covid-19, y mientras los tribunales se pronuncian sobre el recurso interpuesto a raíz del fin decretado en marzo de 2021.

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Así las cosas, Díaz Ayuso se comprometió ayer con los responsables populares en Navacerrada y Cercedilla a «ver qué actuaciones y qué propuestas hacemos para que la próxima temporada la estación de esquí de Navacerrada no vuelva a tener los mismos problemas, y no se acabe cerrando definitivamente, que es la intención que tiene el Gobierno».

Según denunció, «el Ministerio no es consciente de que, por ideologización, por sectarismo, lo que van a hacer es causar muchísimo daño a la cuna del esquí español, a los puestos de trabajo y a las aficiones libres de muchos ciudadanos que lo que quieren es disfrutar con las familias, con los niños, de una estación clave como ésta».