Ayuso inicia el curso político con sanidad y demografía como retos y con los ojos puestos en La Moncloa
La presidenta, en continuo rifirrafe con Sánchez y sus ministros, prepara ya nuevos presupuestos
Ayuso, en una entrevista a 'The Times': «Sánchez me necesita como su hombre del saco para desviar la atención»
Isabel Díaz Ayuso, en una intervención en la Asamblea de Madrid
Una entrevista en horario matinal de máxima audiencia (A3TV) será el primer acto público de Isabel Díaz Ayuso tras sus vacaciones estivales. Y con esta cita, comienza este lunes un curso político incierto para ella, a pesar de contar con una amplia mayoría ... absoluta que le permite legislar sin complicaciones: su enfrentamiento a cara de perro con Pedro Sánchez ha ido a más. Sobre todo, desde que han entrado al trapo todos los ministros del Gobierno, que se encargan de responder a las críticas de la presidenta regional.
Mantener la línea para vencer la caída demográfica –los nacimientos en Madrid crecieron más que en la media de España en 2023– y afrontar el desafío de una sanidad pública con suficientes medios son algunas de sus metas para este segundo año de legislatura. Pero su mayor reto será, sin duda, seguir resistiendo 'a la madrileña'.
Este verano sus escasas apariciones públicas y los mensajes lanzados en redes sociales, más allá de la tradicional visita a la Virgen de La Paloma, se han centrado en asuntos nacionales e internacionales: las elecciones en Venezuela, el mal funcionamiento de Cercanías, la inmigración, el conocido pero aún no concretado 'cupo catalán'… Esta semana retoma su agenda autonómica, con un inicio de curso escolar que suele ser complicado, y arrancando la elaboración de unos presupuestos para el próximo año; lo normal en cualquier Ejecutivo, aunque en Moncloa se piense ya en una segunda prórroga de las cuentas públicas.
Está pendiente, por ejemplo, el recurso de inconstitucionalidad contra la Ley de Amnistía, que anunció en junio para tres meses después. Y siguen su marcha otros recursos contra decisiones del Gobierno central, como el presentado contra la Ley de Vivienda estatal, o ante el Supremo contra el Plan Hidrológico del Tajo o por no haber convocado Pedro Sánchez la conferencia de presidentes.
Claro que la propia Ayuso ha sufrido en carnes propias la paralización de su reforma de las leyes Trans y contra la LGTBIfobia regionales porque el Gobierno central interpuso a finales de julio recursos de inconstitucionalidad contra ellas. Ambas leyes quedarán en suspenso hasta que el tribunal resuelva sobre el asunto.
De momento, esta semana ha convocado ya a los portavoces de los partidos de la Asamblea de Madrid: PSOE, Más Madrid, Vox y PP, con los que departirá el 5 de septiembre. El objetivo es conocer de primera mano sus preocupaciones e inquietudes al inicio del curso. Lo cierto es que es casi la única vez en que charlan en torno a una mesa, sin la tensión que marca luego los debates parlamentarios con luz y taquígrafos.
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ContinuarPoco después, a mediados de mes, está previsto que se celebre el Debate sobre el Estado de la Región, en el que la presidenta adelantará alguno de los anuncios de más impacto que pretende desarrollar en su segundo año de legislatura. Una fecha a la que se llega sin que se hayan acallado los rumores sobre una próxima crisis de gobierno, nunca abierta pero nunca tampoco absolutamente descartada.
Díaz Ayuso tiene a punto de aprobar la nueva ley de universidades. Pendiente tiene también la reforma del Estatuto de Autonomía madrileño, que incluía puntos como la reducción del número de diputados, que el Ejecutivo regional pudiera aprobar decretos-ley o el cambio del nombre de la Asamblea, que pasaría a ser Parlamento de Madrid. La presidenta decidió paralizar su tramitación antes de enviarla al Congreso; no se fiaba de lo que las actuales mayorías en esta Cámara pudieran terminar haciendo con el Estatuto madrileño.