El auge de narcopisos y bandas latinas extiende la videovigilancia a otros cuatro barrios de Madrid

El sistema de vigilancia se entenderá también a la calle de Cullera y su entorno, en la zona de Los Cármenes (Latina), pero por otra lacra que no cesa: la proliferación de narcopisos en viviendas usurpadas de protección oficial y donde clanes de la Cañada Real han trasladado buena parte de su negocio de cocaína y heroína.

Según ha podido saber ABC, la idea de incrementar la protección en Usera y Villaverde viene de dos fuentes fundamentales. Por un lado, de los análisis de los propios informes policiales, estadísticas y la propia casuística sobre bandas latinas en ambos distritos, que ya gozan desde el pasado 10 de febrero, fecha de inicio del plan diseñado por Delegación del Gobierno, de mayor presencia policial.

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Además, se han tenido en cuenta las quejas de los residentes y comerciantes; como ocurrió en la reciente reunión entre la delegada, Mercedes González, y el jefe superior de Policía de Madrid, Manuel Soto, con las principales asociaciones de Villaverde. Ambos responsables tomaron nota y se hará un proyecto en los puntos más problemáticos de estos barrios. Solo en Villaverde, hubo que lamentar el pasado 23 de abril el asesinato de un Dominican Don't Play (DDP), Alejandro Pérez, de 18 años, a cuchilladas. Se detuvo a siete menores de edad de los Trinitarios, que habrían vengado así la muerte, el 5 de febrero, de un menor de 15 años en la calle de Atocha, a las puertas de la discoteca Independence Club.

La colocación de estas cámaras es un proyecto aún embrionario, que deberá tener en cuenta el veredicto de la Comisión de Videovigilancia, en la que tiene un papel importante la propia Delegación del Gobierno.

Menos tardarán en llegar las cámaras al parque de Calero, uno de los mayores de Ciudad Lineal. Situado en la frontera que divide los barrios de Quintana y Concepción, es históricamente un punto de reunión vecinal y donde se monta un cine de verano muy concurrido. El espacio es muy longitudinal, y el hecho de que haya tres centros escolares en sus costados, un polideportivo y sea un lugar de paso entre buena parte del sur y el norte del distrito lo hacen especialmente vulnerable. Históricamente, allí el gran quiste era el trapicheo de drogas; sin embargo, de un tiempo a esta parte, es no solo un punto de reunión de bandas latinas, sino también donde realizar 'cacerías'. El barrio es eminentemente de signo DDP, que han protagonizado no muy lejos de allí escenas tan espeluznantes como el tiroteo en plena calle contra unos traficantes a cuenta del control de la droga en la zona.

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Sin ir más lejos, en febrero, se produjo una reyerta de un grupo de 14 contra otros cuatro, con un herido muy grave en el tórax, de 22 años. Y en 2020, siete pandilleros atacaron allí a un policía. Y en 2019, Trinitarios y DDP quedaron para 'machetarse' en el Calero en el transcurso de las fiestas de Ciudad Lineal.

En el otro extremo de Madrid, al sur del parque de la Cuña Verde, en Latina, la problemática de las bandas en la calle de Cullera no preocupa tanto como la proliferación de narcopisos. En varios bloques están asentados clanes conocidos de la droga, históricos, como el de los Jiménez. No se trata de un barrio donde estas viviendas okupadas se encuentren pespunteando distintas zonas; sino de un área concreta donde la criminalidad es extremadamente preocupante.

Por eso, junto al parque Calero, la delegada de Seguridad del Ayuntamiento, Inmaculada Sanz, anunció la colocación de cámaras en esa vía y su entorno. Un proceso que se extenderá aproximadamente año y medio. Se espera que estén en funcionamiento a finales de 2023 o inicios de 2024.

En noviembre de hace dos años, ABC adelantaba la mayor operación contra los narcopisos en Madrid. Se trataba del clan de los Jiménez, con sus tres generaciones. La operación Gimeno llevó a desplegar a las seis de la mañana a unos 200 policías nacionales, a pie, en coche y a caballo; por el subsuelo y a la Unidad Canina, en torno a los diez pisos de cuatro bloques que se habían convertido en el mayor punto de venta de heroína en aquel momento. Hubo 22 detenidos. Pero el negocio ya ha vuelto.