Ana Guerra, Disney y el reparto de 'Campeones' prenden desde la Puerta del Sol la Navidad madrileña
Miles de personas acuden al encendido del alumbrado navideño, una cita habitual para inaugurar las fiestas de la capital, y desde una ubicación tan tradicional como novedosa
Sigue en directo el encendido de las luces de Navidad de Vigo
El encendido de las luces de Navidad de Madrid, minuto a minuto
Madrid
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Iniciar sesiónLas luces navideñas son lo que son. Y son mucho. Desde dentro, y sobre todo, desde fuera, los leds navideños (mejor llamarlos bombillas, aunque sea por romanticismo periodístico sabiendo a lo que nos referimos) atraen. A veteranos y a noveles, a curiosos, y a ... los que casualmente pasaban por la calle en un día, este jueves, en el que el calor fue cayendo con un sol frío, de los que sacan los contornos fotográficos a los alrededores de la Puerta del Sol.
Ante una calle que se iba a iluminar más aún, el niño se paraba, se iba quitando el frío, se adhería a la bufanda y paseaba viendo aún las cadenetas que en nada serían ya sueños y villancicos transmitidos por los padres. Madrid en esta 'Black Thursday' ha vuelto al espacio donde la Navidad y sus adláteres siempre retornan; la Puerta del Sol. Ya desde media tarde había expectación y retenciones, en un lugar que no era la Plaza de España pero que goza de eso, de ser un lugar privilegiado en estas fiestas.
Desde hace largo, se sabe esto, con las capas de Ramontxu García y así. Aunque la Nochevieja es ceremonia divergente a la que se ha visto esta tarde en la remozada Puerta del Sol. Con quioscos que parecen embajadas de Papá Noel, y el sano pueblo de Madrid y el mundo aguardando una ceremonia, la del encendido, del 'alumbrado' que dirían en Sevilla, con esa ilusión de que lleguen por fin los días buenos.
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Jason, todo del Real Madrid, estaba con sus progenitores, con la expectación de no saber lo que habría minutos después. Igual que Olga, que andaba allí a «esperando desde las cinco». Aparte el evento, que es una tradición americana incardinada en el corazón de Madrid, el cogollo de la plaza que fue llamada la 'Mariblanca', y España con sus mezclas y sus adecuaciones. El mestizaje. Hay quien cree que la Constitución es un festivo religioso, y debiera serlo. La cuestión es que es en las previas donde se va valorando una tradición, el encendido, que cada día arrastra a más gente.
Si el año pasado, literalmente, se fue la cobertura de los móviles y el caos, comprensible, se afrontó con espíritu 'preprenavideño', en la tarde del jueves, ya desde dos horas antes e incluso antes, la plaza, como diría el Dúo Sacapuntas, andaba «abarrotada». Eso sí, con las temperaturas cayendo en el anticiclón.
Una familia compartía manta junto a la valla, para no perderse nada. «Aquí, estamos más resguardados. Pero también tenía su encanto la Plaza de España», iba recordando Gabriel, manteniendo junto a su esposa de su prole. Chaqueta acolchada, amarilla, «por si me pierdo o me pierden». Visible desde el reloj y el 'sol de Andalucía embotellado'.
También se pudieron ver los primeros gorros de Papá Noel que en el día, y contraviniendo la norma, se hacían necesario. Tampoco era adelantar mucho la Navidad, acaso unos minutos.
El embotellamiento
Luego, en Sol, ya el embotellamiento tranquilo y bullicioso; desde la plaza de Canalejas a Sol, todo lleno de coches de la Policía Municipal. Se esperaba «sorpresa». Y la hubo, como siempre que Almeida está y se le espera. Aunque la sorpresa no iba a ser él, no, y se iba notando en los 18 niños cantores del Colegio Nuestra Señora del Recuerdo. «18 de 200», según el amable y estresado director del coro. Angie Regueiro, maestra de ceremonias, paseaba en rojo navideño. Kiki, el encargado sempiterno de las luces, de la empresa Ximénez de Puente Genil, iba confesando que «nervios ninguno, si tengo más años que...». Y el qué, habiendo niños, hay que guardarlo en otro saco. Varios proyectores iban reflejando el escudo consistorial en los edificios colindantes.
Regueiro y el locutor Dani el Gallo, dieron la bienvenida. La «sorpresa», Ana Guerra, se hacía selfis. Y salió a y 12, las siete y 12, a interpretar 'Wish, mi deseo' de la película homónima: «Wish». Después el alcalde Almeida, vino a cifrar en «12.000 personas» las que han estado en las calles de Madrid. Así hasta darle el privilegio al reparto de 'Campeonex' de pulsar el encendido de un brillo urbano presupuestado en un 4,7% más que el año pasado.
Han explotado cohetes, la multitud será parecida en un mes y algunos días. Quizá con menos fervor navideño. En 21 distritos de la ciudad, 12 millones de bombillas han dado la bienvenida a las fiestas. El árbol dorado de Sol puede ser buen símbolo. Por qué no. A Ana Guerra se le cayó «un lagrimón», y no ha hecho nada por ocultarlo.
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