Almeida se mide con Maestre en el debate de Madrid e ignora la pinza de PSOE, UP y Vox

En un cara a cara todo está medido al milímetro. El lenguaje, el atuendo, los gestos, los accesorios. Y todas las miradas estaban pendientes de lo que podría llevar el candidato de Podemos, Roberto Sotomayor, que participaba en su primer debate después de que su homóloga en la Asamblea de Madrid, Alejandra Jacinto, se erigiera en azote de Isabel Díaz Ayuso. En lugar de camisetas con caras estampadas o libros de ex altos cargos del PP, Sotomayor agitó una mascarilla.

El exatleta desplegó la actitud macarra de los morados, intentando sacar trapos sucios al PP y recordando el caso de las mascarillas -los dos comisionistas serán juzgados- y el presunto espionaje a Ayuso. Martínez-Almeida no se inmutó. El alcalde estaba tranquilo, como en las sesiones plenarias de Cibeles, acostumbrado a esquivar las críticas más incisivas de la oposición. «Nos jugamos dos modelos; el de la izquierda es el del odio de Podemos, el de la izquierda incapaz de Más Madrid o el del sanchismo de [Reyes] Maroto».

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En el bloque económico, el bloque PSOE-MM-UP cargó sin tregua contra el alcalde Martínez-Almeida, que también recibía golpes desde el lado de Vox, mientras la vicealcaldesa, Begoña Villacís, consiguió la cuadratura del círculo: no referirse al alcalde del PP y apuntarse los buenos datos económicos. «Economía es una materia que ha gestionado Ciudadanos».

Reyes Maroto presumió de que Madrid «es locomotora económica de España por la apuesta del Gobierno de la nación al traer los fondos europeos». Villacís recriminó a Maroto: «Si como ministra hubieras peleado por Madrid; estabas en un Consejo de Ministros donde se maltrataba a la capital».

A la vez, Rita Maestre le recriminaba al alcalde que todos sus logros de esta legislatura los inició ella cuando gobernaba con Manuela Carmena. «Todo lo que no hicieron en el gobierno lo han terminado desde la oposición; mejor quédense en la oposición», ironizó Martínez-Almeida, que recordó al «trío del apocalipsis». «Maroto y Maestre estarán abrazando a Pablo Iglesias si es que suman» tras el 28M.

Roberto Sotomayor no cesó de cargar contra «los cayetanos» y destacar las diferencias «entre el distrito de Salamanca y el de Usera». En el otro extremo del plató, Javier Ortega Smith defendía bajadas en plusvalía, impuesto de circulación o tasas.

Almeida y Maestre se enzarzaron. El primero defendía que Madrid cumple por primera vez con los límites europeos de calidad del aire y que Bicimad se ha expandido a los 21 distritos; la segunda, que esos buenos datos son el legado de Carmena y que «hay estaciones de Bicimad, pero no bicicletas». El «arboricidio» que está denunciando la izquierda en campaña -la ciudad ha perdido 78.000 árboles maduros desde 2019- no podía faltar en el debate.

—Va a pasar la historia como el alcalde que odiaba a los árboles.

—No seas infantil, Rita, por favor. En cuatro años [en el Gobierno de Ahora Madrid] talasteis 100.000 arboles más, lo siento.

—Habla de tu gobierno, de tu gestión.

—Mi resultado es que por primera vez Madrid cumple con los datos de calidad del aire.

Ortega Smith llegó al debate en furgoneta. El candidato de Vox enseñó un cartel electoral del PP de 2019, en el que Almeida prometía tumbar Madrid Central, la medida estrella de Carmena. «Es el responsable de que más de 1,2 millones de madrileños no puedan acceder a Madrid», atacó Ortega Smith, que enseñó otro documento, un informe sobre la calidad del aire en Madrid, del que sacó sus conclusiones. «Solo hay entre 8 y 14 momentos alarmantes de contaminación, esa boina que conocemos todos, y proponemos actuar solo en esos días puntuales».

La propuesta más sorprendente fue de Podemos: «Transporte público gratuito para todos los madrileños empadronados». «¿Pero cuánto cuesta?», espetó Villacís. Y Maroto dejó una escueta valoración: «La ciudad está sucia y tenemos una estrategia [de residuos] del siglo XIX».

En materia de Vivienda, resumió Javier Ortega Smith: «Llegan las elecciones y se abre la gran subasta de las viviendas; luego se olvidan». Para Reyes Maroto, se solucionaría «poniendo en el mercado las 82.000 viviendas vacías» mediante el programa que propone de alquiler seguro. Y Rita Maestre recordó que la vivienda era «el mayor desafío de la ciudad y el mayor fracaso de Martínez-Almeida».

Begoña Villacís salvaba su gestión: «El urbanismo en Madrid lo ha llevado Ciudadanos». Roberto Sotomayor insistía en que el problema de las políticas aplicadas hasta ahora eran que «lo que funciona para los especuladores, no funciona para la gente».

El alcalde no se achantó ante la lluvia de críticas: en su lucha a fuego contra Rita Maestre, le preguntó «por qué lleva de número 3 de su lista a la cabecilla de Patio Maravillas, ¿va a ser una okupa la concejal de Vivienda?».

Ortega Smith incidió en uno de los mensajes por excelencia de Vox, la lucha contra la inseguridad. «No queremos que Madrid se convierta en la Barcelona de [su alcaldesa, Ada] Colau», remarcó el candidato, que mencionó los «machetazos», las «bandas latinas», «pisos llenos de okupas y de narcotráfico». «¿Está hablando de Medellín?», ironizó la vicealcaldesa. Villacís quiso marcar distancia con Vox, pero también con Podemos. También levantó una cartela con el rostro de Alejandra Jacinto y un titular: «Iglesias ficha para el 4M a una activista que hizo un escrache a Begoña Villacís a dos días de dar a luz». «¿Es esta?», inquirió a Sotomayor. «No lo voy a olvidar en mi vida. Te exijo que me pidas disculpas, sois unos feministas de pacotilla, unos comunistas de chalé». No hubo disculpas.

Por los servicios, en concreto, las escuelas infantiles, también riñeron Almeida y Maestre. La candidata de Más Madrid preguntó:

—Respóndame, por favor, por qué no ha publicado la lista de las escuelas infantiles; respóndame, cuántas personas se van a quedar sin una plaza.

—La señora Maestre, es escuchar datos y se marea. Le digo cuántas están incluidas respecto a 2019, un 33%, y hemos invertido 173 millones de euros más en centros escolares.

Rita Maestre volvió a apelar a la memoria de Manuela Carmena para reivindicarse como líder de un nuevo gobierno progresista en la capital. Roberto Sotomayor está en la misma línea, aunque no dudó en echarle en cara que Más Madrid no había querido una lista conjunta con Podemos. La socialista Reyes Maroto se ofreció «como la alcaldesa de la confianza».

Mirando al futuro, Martínez-Almeida quiere un gobierno sólido, que deje a un lado «el relato apocalíptico» de la izquierda. Ortega Smith se ofreció a conformar una coalición con el PP. La liberal Begoña Villacís quiso alejarse del alcalde, con quien ha gobernado como socia cuatro años: «Usted y yo no somos lo mismo», y le recordó que «hay gente que va a votar distinto en el ayuntamiento que en la Comunidad», lo que no parecía precisamente un apoyo a su compañera de CS, Aruca Gómez.

En el tiempo de descuento, el debate se volvió en contra de Villacís.

—¿Hay algún escenario en el que pactaría con el PSOE o Más Madrid?—le preguntó Almeida.

—Soy liberal, no me escondo. Nunca verán a los extremistas [Vox y Podemos] con un gobierno de CS.

—Ha estado cuatro años de vicealcaldesa con coche oficial y despacho con los votos de Vox—le reprochó el alcalde, y Ortega Smith le agradeció el gesto.

Faltan cinco días para las urnas.