La casa de Iván de Vargas renace

MADRID

La que fuera casa de Iván de Vargas, el «patrón» de San Isidro, demolida en 2002 por su estado ruinoso —con gran escándalo, por ser de los pocos edificios del siglo XVII que se conservaban en Madrid— ha sido sometida a una completa reconstrucción, que ha costado 6 millones de euros, y ha devuelto al solar las trazas originales de lo que fue, además de ampliarlo con una nueva dotación —tan escasas en Centro— que funcionará como biblioteca municipal.

Se espera que la biblioteca preste servicio a una población de más de 143.000 habitantes. En sus 2.884 metros cuadrados, cuenta con puestos de lectura, acceso a internet, zona infantil y una sala específicamente dedicada a Madrid. Donde, por cierto, lucen varios ejemplares del libro «¡Aquel Madrid...! 1900-1914», escrito nada menos que por Víctor Ruiz Albéniz, «Chispero», abuelo del actual alcalde.

El arquitecto y dibujante José María Pérez González, Peridis, entregó al alcalde unas «aleluyas modernas» en las que, con sus característicos muñecos, explica los seis milagros de San Isidro.

El alcalde reconoció que con el derribo del edificio original «perdimos uno de los elementos más representativos de la historia arquitectónica de la ciudad», pero ahora, su reconstrucción se había llevado a cabo «desde la humildad y el respeto a la historia». Destacó la importancia de abrir una dotación de estas características en Centro, un distrito con evidentes problemas para encontrar solares disponibles. Y anunció avances en su proyecto de unificar la gestión y uso de todas las bibliotecas municipales y autonómicas de Madrid a través de un catálogo único, y un carné único para los usuarios.

El número de bibliotecas en la ciudad, destacó, ha pasado de 24 en el año 2003, a 31 en la actualidad —las anteriores, de las que se han renovado 19, más otras siete nuevas—. En la actualidad se están construyendo otras cinco, y una se abrirá este año.

El concejal socialista José Manuel Rodríguez criticó la tardanza en finalizar la obra, y sugirió que en ese carné único se incluyan también las bibliotecas públicas que tienen abiertas en la actualidad instituciones como la Obra Social Caja Madrid.