Ana Botella, «superconcejal» de Gallardón

La Casa de la Villa se convierte en un «mini-parlamento» presidido por Paz González. La oposición clama por medidas de austeridad y por el empleo

SARA MEDIALDEA

12/06/2011
Actualizado a las 07:03h.

El Ayuntamiento dio ayer otro paso para convertirse en un «congreso local»: el alcalde recién investido, Alberto Ruiz-Gallardón, anunció que profundizará en la «parlamentarización» del Consistorio: ya no presidirá los plenos, sino que lo hará, por primera vez en siglos de historia municipal, una ... presidenta: la concejal Paz González. Él se someterá, en cada pleno, a las preguntas de la oposición. En su nuevo Gobierno, gana peso político Ana Botella: además de ocuparse de Medio Ambiente, también le ha entregado las competencias de tráfico. Efectivamente, el gran cambio es la fusión de Medio Ambiente con Movilidad y Botella será la «superconcejal» que se encargue de todo ello. A sus actuales competencias se le suman las de «planificación y medios de ordenación de la movilidad», así como los cometidos de vías públicas.

Con la austeridad que precisa «un momento complicado», como lo definió, el alcalde ha recortado un área, la de Obras Públicas, que queda incluida en Urbanismo, bajo la batuta de Pilar Martínez. La economía y el empleo, prioridad según el alcalde, seguirá a cargo de Miguel Ángel Villanueva, que contará con más presupuesto y más recursos, prometió el alcalde.

Quien hasta ahora asumía las competencias del tráfico, Pedro Calvo, será encargado de Seguridad, y también del control de multas, agentes de Movilidad y retirada de vehículos de la vía pública.

Ni multas ni grúa

Calvo también será el responsable de poner orden en la nueva Agencias de Licencias. Quizá para compensar, el alcalde ha decidido nombrarle teniente de alcalde: el cuarto, junto con Ana Botella, Juan Bravo y Manuel Cobo. Éste seguirá siendo el vicealcalde.

Las Artes continuará en manos de Alicia Moreno, que además de la actividad cultural asume lo relativo al paisaje urbano. Concepción Dancausa repite como concejal de Familia, y Juan Bravo volverá a desvelarse con el área de Hacienda.

El alcalde avisó que los recortes van a seguir: se reducirá el «soporte administrativo necesario» para llevar a cabo la gestión y se afectará «al sector público empresarial y al personal eventual».

En su discurso, referencias a Platón, Jefferson y Saint-Exupéry, pero ninguna a los distritos. Donde hay nueve concejales que cambian de zona, y algunos de los más «aguirristas» son premiados: Ángel Garrido, además de Villa de Vallecas, llevará Retiro, y Fernando Martínez Vidal es enviado a Salamanca. Paloma García Romero también hará doblete: Tetuán y Latina. Son nuevos en el distrito Luis Asúa —Chamberí—, Isabel Martínez-Cubells —Hortaleza—, Elena Sánchez —Ciudad Lineal—, Begoña Larrainzar —Moratalaz—, David Erguido —San Blas— y Josefa Aguado —Barajas—. Los demás, repiten.

Durante el acto de constitución del nuevo Ayuntamiento, Jaime Lissavetzky, portavoz del PSOE, reiteró su invitación a hacer un gran «Pacto de la Villa» con todos los sectores sociales, y avanzó que solicitará un pleno extraordinario sobre creación de empleo para «antes de agosto».

Ángel Pérez (IU) fue el único que hizo mención de los indignados que, a algunos cientos de metros de la Casa Consistorial, voceaban sus protestas. Tras aportar su crítica —«tiene usted un doble que promete cosas que luego no se hacen»—, propuso destinar los agentes que se ahorran en servicios de escolta a la protección contra la violencia de género. La novedad de la jornada, UPyD, no defraudó: su portavoz, David Ortega, más suelto de lo que podía esperarse de un «primerizo», anunció propuestas de nuevos recortes «en directivos y asesores».