Crónica de una noche de «asamblea» y protestas en la Puerta del Sol
Los manifestantes realizaron un debate y votaron a mano alzada las propuestas sobre cómo continuar con las protestas. Pocas decisiones tuvieron quórum. La noche trascurrió sin altercados
A. DELGADO y A. DELGADO
« Acampamos porque no tenemos casa» se convirtió en una de las consignas de los miles de congregados ayer en la Puerta del Sol de Madrid . El paro, el derecho a manifestarse, la repartición del poder, la libertad de expresión; fueron ... sólo algunos de los temas que se trataron durante la concentración.
Jóvenes tanto de izquierdas como de derechas, amas de casa y abuelos con cámaras reflex, chavales de instituto con carpetas forradas junto a padres con niños en los hombros. Una variopinta representación de la sociedad española se dio cita ayer para apoyar una iniciativa que se ha forjado y se ha fortalecido gracias a las redes sociales. A las 20.30 ya no cabía un alfiler en el famoso kilómetro cero de Madrid.
Una sábana donde podía leerse «España, ese país en el que se puede acampar para ver un concierto de Justin Bieber, pero no para defender nuestros derechos» lucía en uno de los quioscos de Sol. Varios jóvenes subidos a los andamios que rodean la plaza grababan lo que allí estaba sucediendo.
«Esto no es democracia», gritaban algunos de los presentes
Ningún problema, ningún altercado. Algún vendedor ambulante de cervezas intentaba «hacer su agosto». Pero aquello no era un «botellón», los allí reunidos se había concentrado para escuchar las peticiones de los convocantes, mientras gritaban «esto no es democracia» o «este sistema no lo queremos» .
Pasadas las diez de la noche se pidió «orden» para organizar la acampada y se agradeció la presencia masiva de los allí congregados. Tras ello, algunos optaron por regresar a sus casas, para otros la noche acababa de empezar.
Todo parecía estar bajo un halo de tensa calma y cualquier murmullo hacía girar todas las cabezas de golpe bajo el temor de un desalojo inmediato que no llegó a producirse. En el centro de la Puerta del Sol, unas 300 personas descansaban entre cartones y sacos de dormir. Algunos incluso pedían silencio y respeto por las horas de sueño. Sin embargo, la madrugada propició más el debate que el descanso . En pequeños grupos de 20 personas difuminados por toda la plaza se divagaba en torno a «soluciones contra el abuso de los políticos y los banqueros» o sobre «el camino para transformar en realidad las exigencias y necesidades del pueblo».
Votación a mano alzada
El debate cambió de forma y lugar a las 3.30. Mientras el número de manifestantes decrecía paulatinamente, los asistentes se congregaban al lado de la estatua del Oso y el Madroño para llevar a cabo una «asamblea» en la que manifestar inquietudes, preguntas y opiniones . En ella, cada cuestión fue sometida a una votación a mano alzada, aunque pocas decisiones tuvieron quórum. También hubo aplausos, pero silenciosos –alzando las manos y moviéndolas en el aire como hacen los sordos– para no despertar a los que dormían, y algún que otro abucheo.
«Aquí no se traen propuestas, se traen exigencias», se escuchó en varias ocasiones
Por el maltrecho megáfono que tenían las siete comisiones en las que ha quedado organizado el campamento expusieron sus propuestas. A muchos no les gustó esa denominación: «Aquí no se traen propuestas, se traen exigencias» , se escuchó en varias ocasiones. Las primeras decisiones que se tomaron fueron continuar las movilizaciones las 24 horas de hoy, mantener la acampada al menos hasta el próximo domingo y convocar una gran movilización el viernes o el sábado —el día está aún por decidir—, precedida de un concierto de cantautores.
«Exigencias»
Muchas de las propuestas generaron más división que otra cosa. Casi al final de la asamblea se planteó la posibilidad de elaborar una lista de «exigencias» para presentarlas ante el Congreso de los Diputados, donde está previsto que finalice la posible manifestación del fin de semana. Sin embargo, las interrupciones constantes impidieron que se respetara el turno de palabra y el mensaje quedó claramente desdibujado.
«No todos somos de Democracia Real Ya, aquí cada uno es de su padre y de su madre»
«Hay que hacer daño a la banca y al Gobierno. Hay que ponerle “caras” a la crisis y presentarse en la casa de los banqueros y manifestarse», dijo alguno de los manifestantes. Otro planteó que todos fueran vestidos de forma similar con una camiseta en la que se pudiera leer «Democracia Real Ya». Pero la idea no tuvo éxito. «No todos somos de “Democracia Real Ya”, aquí cada uno es de su padre y de su madre» , irrumpió una voz a gritos. Ante lo que uno de los «asamblearios» respondió: «Aquí cada uno defiende sus intereses».
A las 5.45 se convocó una reunión del «comité de seguridad» en las que se dieron varias recomendaciones ante una posible carga policial : «Si la Policia trata de desalojarnos, mantened flexionadas las piernas para evitar posibles fracturas. No entabléis discusiones violentas y sed pacíficos». Poco después se disolvía la improvisada asamblea, momento que muchos aprovecharon para abandonar la Puerta del Sol, quedando en torno a cien personas.
A pesar de haber seis furgones de la Policia Nacional y Local, la fachada lateral de la calle Carretas sufrió varias pintadas de antisistemas en las que se podía leer: «Muerte al Rey», «Reacciona» o «Ninguna agresión sin respuesta». Un conjunto de contenedores de basura junto a una alcantarilla conformaban un improvisado urinario con un cartel que dice «WC para aguas menores» .
Además, han creado varios puntos de información, donde recogerán firmas de apoyo durante todo el día, y un «comité de prensa» para periodistas y medios de comunicación.
A las 7.20 las farolas de la Puerta del Sol apagaron sus luces y aparecieron por la calle Alcalá los primeros rayos de sol. El silencio quedó roto entonces por los aplausos y por los gritos de «lo hemos logrado». La policía, que al final de la noche no sumaba más de 20 agentes, se retiraba entre cánticos como «¡menos policía y más educación!» .
«Queremos tener limpia nuestra casa»
Con el inicio de una nueva jornada de protestas, los manifestantes comenzaron a desmantelar los cartones que habían servido de «cama» durante la noche. Algunos pidieron escobas a vecinos, porteros de edificios y comerciantes para barrer la plaza. El SELUR (Servicio de Limpieza Urgente del Ayuntamiento) remató la limpieza iniciada por los manifestantes. «Queremos tener limpia la que va a ser nuestra casa hasta el domingo» , comentó uno de ellos mostrando así las intenciones de permanecer en la Puerta del Sol hasta que se celebren los comicios del 22M.
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