Cerco a los instrumentos de percusión y los amplificadores
La futura ordenanza contra el ruido de la capital exige solicitar permisos especiales para estos sonidos
T.G.R.
Si Antonio Machín hubiera decidido tocar sus maracas en las calles de Madrid, hubiera tenido que solicitar una autorización municipal que le especificara dónde hacerlo sin molestar a nadie. Distinto hubiera sido para la corneta y la trompeta de Louis Armstrong, que gozaría de total ... libertad para sonar en cualquier punto de la capital. Instrumentos distintos, trato desigual. Esa es la nueva clave para las actuaciones musicales al aire libre en la ciudad que contempla la futura ordenanza contra el ruido que se espera aprobar el próximo 25 de febrero en el Pleno del Ayuntamiento. La misma, que en un principio prohibía la música callejera en su totalidad, dio ayer un pequeño giro en beneficio de algunos músicos. A partir de ahora, sólo se perseguirá a los profesionales que toquen elementos de percusión, de reproducción sonora o que utilicen amplificadores.
El objetivo que persigue la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica es no incomodar a los ciudadanos con ruido; pero para la Asociación de Músicos de Madrid, la música no se puede definir como tal. Los transeúntes que caminan por la calle de Preciados tampoco consideran ruido «La Primavera» de Vivaldi que las manos de Stefan regalan a los oídos de Madrid.
«Hay una gran diferencia entre arte y aquello que molesta. El sonido de una ambulancia, las motos, los coches, la sirena de la policía... eso sí que incomoda. Deberían ocuparse más de la delincuencia y dejarnos trabajar para comer. Al fin y al cabo, formamos parte de la buena imagen de esta ciudad», manifiesta este violinista rumano que lleva cinco años dando ritmo a la calle. El mismo asegura: «Alguna vez se han quejado los vecinos porque siempre escuchan el mismo repertorio, pero nos llevamos bien. Si molestamos, nos vamos. Intentamos respetar al máximo los horarios de la gente». De ocho de la noche a diez, este hombre comienza su concierto para evitar conflictos con los comerciantes y vecinos.
No superar los decibelios
«Seguimos defendiendo, y siempre lo haremos, que la música en la calle es cultura. Debe crearse una norma general donde se limite la música solo por los niveles sonoros y el descanso de los vecinos. Pero el PP sigue insistiendo en prohibir la música de la calle al 50% de los profesionales, al contrario de lo que dijo el alcalde el otro día. Ahora mismo, sí se puede tocar un acordeón, pero no un timbal ¿dónde está la lógica?», recalcó Scott A. Singer, uno de los componentes de la Asociación de Músicos de Madrid.
Para el portavoz socialista de Medio Ambiente, Pedro Santín, la nueva norma es «contradictoria» y espera que se rectifique antes del Pleno. La delegada de Medio Ambiente, Ana Botella, señaló ayer que en la ciudad «está protegida la actuación musical en la calle con el límite de la percusión y la amplificación».
La ordenanza fue aprobada ayer en la Comisión municipal de Medio Ambiente con los votos del PP, el rechazo del PSOE y la abstención de IU. Salieron adelante 9 de las 66 enmiendas de la oposición. La Asociación de Músicos madrileña mantiene la manifestación del día 23 en La Red de San Luis, donde «tocarán en silencio» sus instrumentos en señal de protesta.
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