«Y yo que estaba convencido de que salía Madrid»

Una vez más, Madrid se quedó a las puertas de organizar unos Juegos Olímpicos, y los miles de madrileños que han apoyado la candidatura de su ciudad en la plaza de Oriente no han podido ocultar su decepción. A Julián, pensionista que se ha acercado a la plaza con su señora, no le cabe en la cabeza la decisión del COI: "Yo estaba convencido de que salía Madrid, es que estaba convencido", decía, sacudiendo la cabeza, mientras las banderas rojigualdas que han ondeado aquí todo el día se iban plegando en medio de la decepción.

Tampoco sabía Juan Carlos, que se ha pasado varias horas con su hija pequeña sobre los hombros mirando embobada la pantalla gigante, cómo explicarle a la pequeña por qué ese señor de la tele no ha dicho el nombre deseado, el de Madrid.

El destino ha sido cruel esta vez. La mayoría contaba con que Río se llevara los Juegos, pero el hecho de que la capital de España haya superado en las votaciones a rivales tan potentes como Tokio o Chicago y se haya plantado en la final, ha hecho que muchos empezaran de verdad a creer en las posibilidades de Madrid. Como Alberto, que poco antes de que el COI hiciera, una vez más, pedazos el sueño de Madrid, apuntaba que "Madrid es más pequeña que Río o que Chicago, pero la gente se lo está pasando muy bien. Yo creo que podemos ganar".

No fue así, y la indignación espontánea que afloró tras conocerse la decisión, con gritos de ¡tongo, tongo!, se trocó al poco reivindicación y alegría. Grupos de jóvenes se mantienen todavía en la monumental plaza madrileña coreando el grito de "¡Yo soy español, español, español!". Es el momento de pensar en otras cosas. Es viernes y un viernes por la noche en Madrid puede ser tan divertido y excitante como unos Juegos Olímpicos.