Vuelven las obras a Arenal y Montera: el Ayuntamiento arregla los microagujeros del nuevo 'superpavimento'

Resuelto el misterio de la plaga de microagujeros anidada en el 'superpavimento' de las calles de Arenal y Montera, los operarios del Ayuntamiento de Madrid ya se han puesto manos a la obra para devolver el lustre a las dos históricas vías. Las obras, iniciadas esta misma semana, se alargarán hasta principios de noviembre y no supondrán ningún coste adicional para las arcas públicas. Serán dos empresas (la UTE Ferrovial Servicios-Alsercons 2000 y Aceinsa Movilidad) las que se encarguen del acabado del suelo, actualmente en garantía.

Como informara ABC, el Consistorio encargó en agosto un estudio de laboratorio para encontrar una explicación a lo que tan solo era un «problema estético», como aseguraron entonces desde el Área de Obras y Equipamientos. Fue entonces cuando la casualidad quiso que una patrulla policial de caballos transitase la zona durante una de las inspecciones.

Los técnicos observaron el repicar de los cascos de los equinos sobre el moderno suelo, por lo que no tardaron en diseñar un ensayo para imitar esas mismas pisadas. Y el resultado fue esclarecedor: el golpe de una maza metálica con una varilla que sobresalía 3 milímetros imprimió en la superficie de microaglomerado granítico una huella similar.

Los expertos también probaron la maza-casco en asfalto y obtuvieron el mismo tipo de perforación. Sin embargo, la textura y el color en otros materiales como el aglomerado impreso, los prefabricados de hormigón o la piedra natural disimulan los desperfectos. En ningún manual de vías públicas, insistían desde el Área, figuran especificaciones para este desgaste fortuito.

Ahora, las empresas que instalaron el 'superpavimento' deberán rellenar los huecos con una lechada sintética gris, para después aplicar un pulido ligero y una extensión final de barniz acrílico de protección. Asimismo, para evitar que las oquedades vuelvan a brotar, la Policía Municipal se ha comprometido con el Ayuntamiento a que su Escuadrón de Caballería esquive las calles afectadas. Desde la Administración confían también en que el Cuerpo Nacional secunde la decisión.