Vuelta al cole: las últimas rebajas fiscales que se aplican en el curso 2018-2019

Récord de nuevos alumnos: El 90 por ciento de todos, en Madrid

Este curso 2018-19, habrá 16.014 más que en el anterior. Lo curioso es que Madrid lleva varios años acumulando un enorme porcentaje del total de nuevos alumnos. Concretamente, en los últimos cuatro años, en toda España ha habido unos 57.000 nuevos estudiantes, y de ellos más de 50.000 estaban en Madrid: el 90 por ciento.

Según los datos del Ministerio de Educación , en el pasado curso la tendencia fue a la baja en varias etapas educativas: en todo el estado, hubo 36.948 alumnos menos en Educación Infantil y 8.066 menos en Primaria. El porcentaje de variación de alumnos entre los cursos 2006-07 y 2016-17 fue en España del 14,7 por ciento; en Madrid, sin embargo, ascendió al 21,2 por ciento. Sólo es mayor en La Rioja (22,8 por ciento), Ceuta (28 por ciento) y Melilla (30 por ciento).

Desde la consejería de Educación aventuran que esto puede deberse a factores como «la calidad del sistema educativo español», que según el Informe PISA está «por encima de la media de España»; a las «excelentes infraestructuras educativas madrileñas», y a la «situación económica de la región madrileña, a la cabeza en crecimiento económico», lo que supone «más puestos de trabajo, creación de empresas y traslado de familias aquí con sus hijos».

Nuevas deducciones fiscales en la declaración

Según los datos del observatorio Cetelem, el gasto medio por niño y familia en la vuelta al cole es de 343 euros . Con esta perspectiva, cualquier posible rebaja es bien recibida. En este sentido, las últimas medidas fiscales aprobadas por el Gobierno regional el pasado mes de julio incluían algunas nuevas deducciones que podrán aplicarse los padres a partir de este mismo curso, aunque no será hasta la próxima declaración de la renta cuando las incluyan en la misma, informa la consejería de Economía que dirige Engracia Hidalgo. Son las siguientes:

Con el fin de favorecer la conciliación, para las familias que no se benefician de una plaza de educación infantil sostenida con fondos públicos (es decir, que no tengan concedido cheque-guardería o plaza en escuela pública), se amplía la deducción por gastos de escolaridad con una nueva modalidad por descendientes de 0 a 3 años escolarizados en el primer ciclo de Educación Infantil. Esta deducción será del 15 por ciento de los gastos de escolarización soportados, con un límite de 1.000 euros anuales por hijo.

Otra nueva deducción es la que permite descontarse el 20 por ciento del coste de la cotización a la Seguridad Social del cuidador que la familia tenga para menores de 3 años, con un máximo de 400 euros anuales por familia. Se aplica, por tanto, un máximo de tres años por una cantidad que no puede superar los 1.200 euros en este periodo. Si se trata de una familia numerosa, la deducción será del 30 por ciento y el máximo anual, de 500 euros. Esta ayuda no será incompatible con otras como la que se aplica por gastos educativos.

Rebajas ya aplicadas por uniformes o inglés

Además de estas nuevas deducciones, también se van a aplicar obviamente las que ya estaban en vigor hasta ahora. Entre ellas, está la que se aplica por gasto en uniforme escolar : hasta un 5 por ciento de lo que ha costado. Los padres no deben olvidarse de pedir en la tienda la factura de la compra, que deberán conservar para la siguiente declaración de la renta, y durante los 5 años posteriores.

Es posible desgravarse por los gastos de clases de idiomas extranjeros. Esta rebaja se puede aplicar tanto si se trata de una extraescolar como si las clases se reciben en escuelas oficiales de idiomas. Las deducciones son del 10 por ciento del coste de las clases.

En función de las rentas de los padres, la deducción es distinta: el importe máximo de la rebaja podría ser de 400 euros por año e hijo. Pero esta sólo es aplicable a las familias que no superen los 30.000 euros anuales de ingresos por cada miembro de la familia.

Un último tipo de ayudas son las que reciben los padres cuyos hijos asistan a colegios privados –ni públicos ni concertados–: se dan para el segundo ciclo de Educacion Infantil (3-6 años), Primaria, Secundaria Obligatoria y FP Básica. La desgravación es del 15 por ciento de los gastos. Es una ayuda muy criticada por los partidos de la oposición, que el Gobierno justifica porque en los centros sostenidos con fondos públicos la escolaridad ya es gratuita. El límite de esta deducción es de 900 euros por hijo y curso.

Libros de texto gratis

La gran batalla –aún no ganada– es la de la gratuidad de los libros de texto: aunque se aprobó en la Asamblea regional la ley que la garantiza, mediante un sistema de préstamo de libros en los colegios y a propuesta de Ciudadanos, éste método aún no se va a aplicar este curso con carácter general.

El Gobierno regional ha señalado como motivo del retraso en la generalización del sistema de préstamo de libros que la nueva Ley de contratos del sector público reduce el umbral de estos a 15.000 euros y limitaría a esta cantidad la que podrían gastar en cada centro. La solución pasa, señalan, por aprobar un Acuerdo Marco que se está elaborando y que permitirá, a partir del curso 2019-20, que en todos los colegios que quieran aplicarlo se pueda poner en marcha el préstamo de libros entre cursos y alumnos.

De momento, este curso sólo van a disfrutar del mismo un máximo de 150.000 alumnos , aquellos con las rentas más bajas. Desde Ciudadanos se critica el retraso y consideran que el problema no es la ley de contratos del sector público, sino la falta de capacidad del PP para poner en marcha la ley que se aprobó en la Asamblea. Seguirán dando la batalla para que se generalice, tal y como estaba planteado en el texto original de su propuesta.

El sistema supone que cada centro elija los libros que considere más adecuados. Se presentarán ofertas de venta y se favorecerá la compra de estos libros en las tiendas de barrio más próximas al centro. Los beneficiarios serán alumnos del segundo ciclo de Educación Infantil (3 a 6 años), Educación Primaria, Educación Secundaria Obligatoria, Formación Profesional Básica y Educación Especial.

Los profesores que se encarguen de coordinar el programa en cada centro recibirán un complemento de productividad mensual. Los libros serán de la Comunidad, pero los gestionará cada centro. Se renovarán cada año, los de primero y segundo curso de Primaria –que son libros sobre los que se escribe, por lo que no son reutilizables de un año al siguiente–, y además, cada cuatro años todos los de un curso.

El sistema de préstamo lleva años aplicándose en muchos centros madrileños, de manera autónoma y por voluntad de profesores y padres de alumnos, sin ayuda oficial. Un ejemplo es el Instituto Arcipreste de Hita, de Entrevías, donde funciona desde hace más de 12 años y es, por las especiales circunstancias del centro –en un barrio con las tasas de paro más altas y las de ingresos más bajas– un pilar irrenunciable del centro, explicaba recientemente su directora. En este centro establecieron una fianza de 5 euros que se les cobra al inicio del curso y es devuelta cuando retornan los libros.

Más de 1,2 millones de niños; 800 profesores más

El curso empieza en septiembre para 1.213.539 alumnos . Habrá 51.000 profesores , un cuerpo al que se incorporan 800 nuevos docentes. Un 54,1 por ciento de los estudiantes están matriculados en centros públicos, el 30 por ciento en concertados y el 15,9 en privados.

El programa bilingüe ha seguido creciendo, e incorpora este curso 12 nuevos colegios públicos, sumando un total de 381 centros bilingües –un 48,2 por ciento del total–. En cuanto a los institutos, son 15 los que se unen este año a la red bilingüe, que ya llega a 167, más del 50 por ciento del total.En concreto, los centros educativos de la

Para reforzar estos conocimientos de idiomas extranjeros, la Comunidad contará este curso con 2.618 profesores auxiliares de conversación nativos, lo que supone 99 más de los que había. Esto ha supuesto destinar una partida de más de 22 millones de euros .

Aunque la gran mayoría de los niños comenzarán sus clases en las aulas, hay un pequeño porcentaje que no podrá hacerlo por no haber finalizado todavía las obras que se llevaban a cabo en sus centros escolares. Son casos en que se ha tenido que adoptar un «plan B», como señaló el consejero de Educación, Rafael van Grieken. Por ejemplo, en el Alfredo di Stefano de Valdebebas, se ha redistribuido el gran comedor que tenían para establecer en él varias aulas, además de la zona destinada a la comida de los escolares.

Esta medida, sin embargo, ha sido criticada duramente por el portavoz de Ciudadanos en la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, que pidió al consejero que se «ponga» en la piel de las familias. «No creo que le gustara tener a sus hijos en un centro en el que tienen que hacer gimnasia en los pasillos, ni ver cómo tienen que convivir con obras durante años».