Libros a diez euros el kilo

«Porque un libro manoseado es un libro que contiene más historias de las que cuenta». Esta es la carta de presentación de esta innovadora librería, « La Casquería », situada en el mercado San Fernando (Embajadores, 41). Quizá fuese eso lo que empujó a este grupo de seis personas a vender los libros al peso , el hecho de que los ejemplares que ofrecen están cargados de tantas historias, afectos y experiencias desconocidas que le dan un «peso» añadido. «Aprender a dar valor a lo desvalorizado», dicen.

El variopinto grup o de amigos que se decidió a formar esta librería de segunda mano (hay una bióloga, una periodista, dos profesores...) decidió mantener el nombre que el puesto ya tenía. Una antigua casquería y una antigua pollería, ahora unidas para vender las entrañas... de los autores más dispares . Según este método, un Herman Hesse puede costar lo mismo que un Dan Brown. «Nosotros no entramos a valorar ni a juzgar el contenido, eso se lo dejamos al lector», explica Susana Morán, de 36 años y bióloga «en barbecho».

Las carnicerías, fruterías o tiendas de artesanía rodean a «La Casquería», por lo que el efecto «mercado de barrio» surte incluso más efecto. Los libros parecen ser un producto más que añadir a la lista de la compra : «Un kilo de naranjas, un kilo de pollo, un kilo de Miguel Delibes». Sin embargo, la idea de venta al kilo es anterior al alquiler del local. «Estábamos buscando un lugar barato para establecer la librería y tras mucho buscar vimos que se alquilaban algunos puestos de este mercado, que habían tenido que cerrar», detalla la librero-bióloga. «Fue casualidad, pero nos vino muy bien por nuestra filosofía de entender la vida, ya que nos gusta la idea de intentar recuperar el mercado de abastos», añade.

«Hay gente que viene y nos dice: "Un kilo de libros, por favor". No entienden que los libros los eligen ellos». Sea como fuere, el kilo cuesta 10 euros, por lo que un libro de 500 gramos costará 5 euros y uno de 250, 2,5 euros. Sin embargo, hay un tope. Lo máximo que se puede pagar por un libro son 8 euros . «A partir de 800 gramos, cobramos lo mismo», asegura Susana Morán. «Hay una relación directa entre la calidad del libro como objeto y su peso», cuenta.

Las donaciones de libros que reciben son ingentes, según relata Morán. «Nos llegan tantos libros que no sabemos si podremos seguir aceptando. En casa tengo una pila de cajas sólo de libros», añade. Pero tienen la esperanza de vender tanto como reciben. De momento, sobreviven. «En verano se lee mucho», bromea.