Uber y Cabify, los «ganadores» de la guerra del taxi que siguen trabajando

Los ciudadanos –y muchos turistas o visitantes que desean acudir a Fitur – llegan a Madrid y no saben cómo moverse. En el aeropuerto y en las estaciones de tren no hay taxis. Y los pocos que hay no circulan. Están en huelga. Los cortes que los conductores están provocando hacen imposible llegar a ciertos lugares de la capital, como el recinto de Feria de Madrid , aunque sea en autobuses de la EMT, o incluso circular: en varias ocasiones han cortado la circunvalación de la M-40 , provocando largos atascos.

Pero esta huelga del taxi no afecta a Uber y Cabify, que siguen ejerciendo su trabajo con normalidad. Hay quien ya ha tildado a las plataformas como los verdaderos «ganadores» del conflicto , al menos durante estos días. Los conductores están desbordados . Estos días les toca asumir su demanda y, además, a los clientes que suelen coger taxi. Tal es la cantidad de gente que se ha descargado las aplicaciones o que les ha dado uso, que estos coches negros tienen que recoger clientela en zonas que no son las suyas. Da igual en dónde estén que, si no hay otra «parada» (no pueden circular por la calle y recoger pasajeros, deben estar en locales esperando las peticiones) más cercana que esté libre, les envían.

Por ello, los tiempos de espera se han vuelto más prolongados. Normalmente, tardan en recoger al cliente entre 3 y 5 minutos. Estos días, al abrir la aplicación lo primero que se ve es una advertencia: « Disponibilidad limitada . La disponibilidad del servicio se está viendo afectada por diversas movilizaciones del sector del taxi en la ciudad. Los tiempos de espera pueden ser más altos de lo habitual», escribe Uber. Cabify, por su parte, recoge: «Nos movemos para que te muevas. Debido a las movilizaciones del sector del taxi es posible que suframos algún tipo de limitación en el servicio de forma temporal. Seguimos trabajando para que puedas elegir trabajar cómo te mueves».

Los precios , por su parte, no han sufrido modificaciones. Los mantienen igual para captar y fidelizar clientes que han llegado «sin querer» a estas aplicaciones. Son muchas las personas que, cansadas por al conflicto, han sido tajantes: « No vuelvo a coger un taxi , a partir de ahora en Uber o Cabify. Los otros se están echando piedras contra su propio tejado».

La ventaja que tienen Uber y Cabify sobre los taxis –a pesar del inconveniente de no poder llegar a Ifema estos días, unos de los detinos más solicitados– es el precio cerrado . Aunque tarden más, al introducir el punto de origen y destino en la aplicación, automáticamente se genera la factura , que solo hay que confirmar. No cobran más, aunque el viaje se ralentice. Los taxistas desean ahora terminar con el sector. Aunque no lo admiten de forma tan tajante, eso es lo que supondría regular la precontratación de los VTC: pretenden que pase al menos una hora entre que el cliente solicita el servicio y el VTC llega a recogerlo.