Trapicheo y venta ilegal de test de antígenos en el mayor bazar chino de Europa
ABC ha comprobado cómo algunos locales de Cobo Calleja dispensan pruebas a 5 euros, pese a no estar autorizados para ello
España solo permite su venta a particulares en farmacias. Ninguna de las 2.910 abiertas en Madrid está en el polígono de Fuenlabrada
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Iniciar sesiónEs lunes y la psicosis por la falta de test de antígenos ha menguado parcialmente. Superados la Nochebuena y el día de Navidad, los madrileños toman aire en pro de una tregua que no durará demasiado. Las colas para tratar de adquirirlos languidecen, y el ... viento, que azota desde primera hora, termina por despejar el paisaje. Ello, sin embargo, no palia la falta de detectores Covid. En una farmacia del noreste de Madrid reciben 42 pruebas. No duran más de diez minutos. «Todo el mundo que llega pregunta por lo mismo», asegura su responsable. El caos deja paso al impulso. Conseguir un antígeno, a solo unos días de Nochevieja, resulta casi una quimera; al menos, de forma legal.
Polígono de Cobo Calleja: son las 12 de la mañana y en un bar de la calle de Manuel Cobo Calleja, eje central del mayor bazar chino de Europa, lo tienen claro. «Sí se venden, pero no sé exactamente dónde» , asegura una de las camareras. Su respuesta no sorprende a la poca clientela que allí se concentra. Comienza la búsqueda. En la primera parada, una mujer asiática niega con la cabeza al ser requerida. «Esto es una parafarmacia, los test solo en farmacias», subraya, sin mucha gana de continuar la conversación. A decir verdad, el gesto de su cara denota franqueza.
La ruta sigue y en el segundo local, rotulado con la palabra ‘mascarillas’ en el escaparate, se atisba el primer desliz. «Particular o farmacias» , demanda la dependienta. La pregunta es directa; la reacción del interpelado, no tanto. «Si tienes carné puedes comprar, el mínimo son 800», añade un segundo comerciante, con la desconfianza marcada en su rostro. Llegados a este punto, una cosa queda clara: test de antígenos hay, cuestión aparte es obtenerlos. Pero las dudas se disipan rápido. Por sorpresa y a quemarropa, como suelen nacer las grandes historias, una joven muestra tranquila los sobres. Señala una pequeña balda de un establecimiento con pinta de farmacia. Letras verdes, productos sanitarios, una cruz en la fachada... pero todo muy lejos de ser real.
Los test cuestan 5 euros y están homologados por la Comunidad Europea (CE). Es decir, que son válidos, aunque el punto de suministro no cuente con ningún tipo de autorización. Este periódico compra uno y solicita el tique: «‘Hotgen’, IVA incluido, no se aceptan cambios ni devoluciones». Fácil, sin esperas... así de simple y así de raro. En realidad, todo encajaría de no ser porque el Gobierno español solo permite la venta de test de autodiagnóstico sin receta en farmacias. Y en el polígono de Cobo Calleja no hay una sola de las 2.910 abiertas actualmente en la región.
Con el antígeno en la mano, no es de extrañar que la mercader rechace salir en las fotos. «Los test están catalogados como productos sanitarios», recuerda a ABC el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), Luis González, contrariado por el trapicheo ilegal de un bien ahora más que nunca necesario. Las alarmas en el polígono de Fuenlabrada no cesan. De vuelta al coche, un comercio de bisutería llama la atención. Los pendientes, colgantes, anillos y sortijas conviven con una ristra de cajas de mascarillas apiladas. A un lado, los clientes pueden engalanarse para la ocasión; al otro, hacer frente al Covid. Una burda conversión a simple vista improvisada que esconde algo más en su interior.
«Tendrías que llevarte 20»
«¿Test de antígenos? ¿Cuántos quieres?». El golpe, no por esperado, deja de ser fuerte. La trabajadora ríe. «¿Uno?, imposible. Tendrías que llevarte 20», corta, dichosa. Los interrogantes se acumulan y el talante confiado de la expendedora da un giro de 180. «Si quieres, hay que ir a otra tienda cercana, pero antes tengo que hablar con mi jefe». La conversación termina abruptamente, convencidas las dos partes de lo incómodo del momento. Un local, ubicado en la siguiente manzana, parece ser la otra tienda cercana. ¿El motivo? La misma bandera –la de España, por curioso que parezca–, el mismo nombre y el mismo letrero. Avisada o no, lo cierto es que una mujer de origen chino, con cara de pocos amigos, refuta la afirmación. «No, no tenemos test». Y la búsqueda del tesoro perdido se frena. Aunque no por mucho tiempo.
El cartel del siguiente y último punto consultado apunta maneras: ‘Medicine. Producto EPI’ . Las pruebas aquí, al igual que en la mayoría de farmacias –recuerden: los únicos espacios autorizados para vender este tipo de productos–, llevan días agotadas. Con cierto recelo, la tendera responde alguna de las cuestiones planteadas y confirma que no sabe cuando volverán a tener ‘stock’. Por si acaso, extiende una tarjeta y descarga la responsabilidad en el director comercial. «Llama a este número y te dice mejor el encargado del almacén», aclara. La sensación de impunidad se acrecienta para desgracia de un polígono que desde hace años trata de lidiar contra el estigma de la ilegalidad.
El problema, en palabras del presidente de los farmacéuticos, radica en la escasez del mercado. «Nosotros estamos adquiriendo los test en aquellas distribuidores que están legalmente autorizadas. Pero la falta de suministro ha provocado que aparezcan terceras personas engañando con productos que no cumplen todos los requisitos o imponiendo costes abusivos», apunta, consciente del malestar por la abrupta variación de precios. «Si a mí me venden los test a 10 euros, no los compro. Pero en el caso de que sí lo hiciera, lo mínimo sería venderlos por lo mismo», incide, sin entender la falta de existencias actual.
Desabastecimiento
Entre el 13 y el 19 de diciembre, en la Comunidad de M adrid se vendieron 761.137 pruebas de antígenos, según datos de la consultora farmacéutica Iqvia. Para dar cuenta de la magnitud de esta cifra, es preciso compararla con el ‘stock’ previsto en las farmacias para el mismo periodo: 88.978 test. Una cantidad nueve veces inferior a la dispensada, lo que evidencia la reaprovisión acometida a contrarreloj para evitar el desabastecimiento total.
Cabe recordar, además, que el pasado lunes se reanudó el reparto de las unidades gratuitas de la Comunidad de Madrid. Hasta ayer, las farmacias de la región habían entregado a la población cerca de 1.300.000 test , de los 12 millones que el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha comprado. Si se cumple lo anunciado, 6 millones irán a parar a las boticas y los otros 6 a hospitales y ambulatorios. Un intenso trabajo del que algunos en el mercado negro tratan de sacar provecho.
Desde el Colegio de Farmacéuticos advierten de la aparición de anuncios en portales de compraventa como Wallapop, donde se pueden adquirir por entre 15 y 20 euros. Los profesionales recuerdan la importancia de custodiar los medicamentos y productos sanitarios, «señal inequívoca de la seguridad y calidad de los mismos». La urgencia de los ciudadanos por hacerse con uno de estos diagnósticos de cara a las celebraciones familiares es aprovechada por aquellos que buscan en la desesperación una nueva forma de hacer negocio. Ya sea en el polígono de Cobo Calleja o revendiendo el material a través de internet.
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