sucesos
Así trabajaba la tríada china de los «Sheng», capos de la «droga alegre»
Escondían la potente droga china en dos karaokes de Parla y Leganés, reiteradamente investigados por la Policía. La operación «Hielo» se ha saldado con 67 asiáticos detenidos
carlos hidalgo
Año y media después de la macrooperación «Templo», que acabó con 28 chinos detenidos en dos karaokes convertidos en narco-casinos y prostíbulos ilegales, la Policía Nacional ha vuelto a reventar El Cielo y el Mundo y Huang Ma. Estos dos locales de Parla y ... Leganés, respectivamente, ocultaban un negocio de la droga. Además del «ice» o «cristal» (metanfetamina), MDMA (cristal) y la ketamina (un anestésico para caballos), en los dos karaokes se vendía una nueva droga asiática, el Kai Xin Guo o «estado alegre». Es un sicotrópico con un altísimo poder adictivo que, entre la comunidad asiática, triplica el precio de la cocaína al por menor. Su «colocón» dura 12 horas.
La operación «Hielo» se ha saldado con 67 chinos detenidos, 34 por tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal y 33 por infracción de la Ley de Extranjería, indicó la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes.
Por carretera y envío postal
Hace un año, las autoridades holandesas dieron con el verdadero cabecilla de la red, Zensheng Huang, apodado «Xiao Sheng». Fue detenido y encarcelado unos meses por pretender importar a España éxtasis, vía aérea. Cedió el testigo del entramado a Shang Wong, alias «Da Sheng», quien remendó el error de su jefe.
El traslado de la droga a España lo empezó a realizar por carretera desde Holanda y por paquete postal desde China. Esta «tríada» contaba con una red de mercenarios «sin papeles» a los que extorsionaban para que movieran la droga, bajo amenaza de expulsarlos a su país.
La primera fase de la investigación, a mediados de 2011, acabó con 12 detenidos. Ahora ha caído el resto, entre ellos los responsables de la organización. El cabecilla viajaba a Holanda en avión, donde se reunía con sus suministradores y acordaba un precio y mercancía, que luego recogían sus esbirros. Estos llegaban a los Países Bajos en coches de alta gama, haciéndose pasar por empresarios.
Traían la droga sintética («ice» y MDMA) camuflada dentro de «briks» de zumos. Los envíos postales desde China contenían ketamina y el llamado Kai Xin Guo, siempre en paquetes máximos de 900 gramos.
La droga era almacenada en dobles techos y fondos del sótano de los karaokes mencionados, siempre en cantidades no muy grandes, precisó el inspector del Grupo V de Extranjería.
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