Tensión por las heridas abiertas en el Gobierno de Díaz Ayuso

Todo comenzó el pasado 17 de febrero, día de pleno en la Asamblea y con el foco mediático sobre Díaz Ayuso por las informaciones que, desde la noche antes, señalaban a un posible espionaje del PP sobre ella y un contrato con la Comunidad que beneficiaría a su hermano. La presidenta logró aguantar –a duras penas– las referencias de la oposición al asunto metidas a capón entre las preguntas de control, y apenas respondió. Guardaba sus energías para unas horas después.

Concretamente, para las 13.30 horas, cuando citó a la prensa en la Real Casa de Correos para realizar una comparecencia sin preguntas , a la que acudieron más de cien medios. Allí, destapó la caja de Pandora, con unas declaraciones descarnadas en las que cargaba contra el presidente de su partido y su cúpula. Una bronca que fue a más en las siguientes horas, y en la que su equipo tomó rápidamente posiciones.

Uno de los primeros fue Javier Fernández-Lasquetty , consejero de Economía y Hacienda y ex jefe de gabinete del propio Casado, que ese jueves puso en su cuenta de Facebook una foto de la presidenta y el hastag ‘Yo con Ayuso’. Un apoyo tan inequívoco como el que le llegó del consejero de Educación y portavoz del Gobierno, Enrique Ossorio que, además de utilizar ese mismo ‘hashtag’ en Twitter, comparó al día siguiente a Pablo Casado con Pablo Iglesias por acusar a otros políticos «sin pruebas».

El ‘todos con Ayuso’ lo colgaron también, ese mismo día, los consejeros Paloma Martín (Medio Ambiente), Enrique Ruiz Escudero (Sanidad) y Concha Dancausa (Políticas Sociales). Hasta Marta Rivera de la Cruz (Cultura), que no es militante del PP, también mostró su solidaridad con Díaz Ayuso.

Tres consejeros no lo hicieron, y sobre ellos han caído, desde entonces, todas las miradas. Uno es el de Presidencia y Justicia, Enrique López , tal vez el hombre más cercano a Génova del gabinete de Díaz Ayuso, pero que también ha sido la mano derecha de la presidenta y su mejor baza en la estrategia legal contra las decisiones del Gobierno de Pedro Sánchez durante la pandemia. Su caso se complicó además porque al día siguiente se ‘cayó’ en el último momento de la rueda de prensa convocada por el Gobierno regional para dar explicaciones exhaustivas sobre el contrato por el que había cobrado unas cantidades el hermano de Díaz Ayuso.

En esa conferencia estuvieron Fernández-Lasquetty y Ruiz Escudero , esforzándose en dejar negro sobre blanco que no había nada ilegal en el contrato. Enrique López, cuya comparecencia también se había anunciado a las 9.16 de la mañana, fue desconvocado tres horas y media después para acudir a una comisión del TSJM «programada desde mucho antes» , explicaron en su entorno. Esta ausencia, que algunos entendieron como espantada, unida a un mensaje equidistante con las dos fuerzas políticas en choque, puntuaron en su contra. En sus redes sociales, no obstante, publicó todos los documentos que justificaban la idoneidad del contrato que tenía relación con Tomás Díaz Ayuso. Las fuentes consultadas estiman que podría quedar fuera de una posible crisis de Gobierno.

Los otros dos consejeros señalados son Carlos Izquierdo (Digitalización y Administración Local) y David Pérez (Transportes e Infraestructuras). El primero es un hombre del partido desde hace décadas, forma parte de la estructura de los populares madrileños y ha dirigido las últimas campañas electorales del PPen Madrid. En su círculo restan importancia a que no utilizara el ‘hashtag’ pro-Ayuso, y ponen el acento en su apoyo constante a la presidenta a través de su trabajo serio y riguroso .

David Pérez también ha mantenido fuertes vínculos con la dirección nacional de su partido: fue nombrado por Pablo Casado miembro del comité electoral nacional. Ha participado en los Gobiernos de Díaz Ayuso en sus dos legislaturas, primero como responsable de Vivienda y Administración Local –donde puso en marcha el Plan Vive o inició las medidas para la repoblación rural– y ahora al frente de Transportes –con retos como la ampliación del Metro o la regulación de VTC y taxi–. Cuando estalló la guerra civil en el PP, no utilizó el ‘hashtag’ de apoyo a Ayuso , aunque su avatar en Twitter es una foto suya con la presidenta. Ahora que arrecian los rumores de crisis de Gobierno y el ambiente es tan volátil, se recuerda que su nombre salía y entraba de las quinielas hasta el último momento tanto en el primer como en el segundo Gobierno de Ayuso, «y en ambos entró».

Las tajantes afirmaciones de Díaz Ayuso ante su partido, exigiendo cabezas de los presuntos traidores, parecen justificar una rápida toma de decisiones en su ámbito de influencia. «O lo haces ya, o luego tienes que volver a reabrir la herida» , indican fuentes cercanas al Gobierno regional. Y, como la propia presidenta dijo ayer, no es partidaria de los cierres en falso.