Peseto Loco: taxista, boxeador y «amigo» de los neonazis del Hogar Social

Quien habla se hace llamar Peseto Loco. Es taxista, boxeador y ha conseguido que los neonazis del Hogar Social Madrid apoyen la lucha contra las plataformas de VTC Cabify y Uber ; una «ayuda» que en los sectores mayoritarios del gremio del taxi, los menos radicales, no ven con buenos ojos.

Peseto Loco es el mote que a Nacho Castillo Jiménez (45 años y de Algete) le pusieron en su gimnasio. Fue condenado por utilizar una pistola de aire comprimido el año pasado a un vehículo de Cabify , a los que llama despectivamente «cucarachas».

Pero él, en su perfil de Facebook, afirmaba ayer: « ¡Jamás he tenido antecedentes! Me comí un marrón por no delatar a un compañero de un delito leve (antiguos juicios de faltas) que yo no había cometido, a sabiendas de que a mí, por ser quien era, los taxistas donarian dinero para pagar la sanción y que, de esta manera, no fuese sangrante para el otro compañero. En buena hora... Para colmo de los colmos, el otro vendió el taxi meses después».

Este individuo, antiguo miembro de la asociación Élite Taxi Madrid, promovió, el pasado febrero, la llamada operación Caracol : el boicot a la Feria Arco por contratar a Cabify como transporte oficial. La idea era «liarla» (expresión literal) atascando los accesos a los recintos feriales por las glorietas y la M-40. Pero ABC desveló la treta y tuvieron que desbaratarla antes de llevarla a cabo.

Peseto Loco se ha hecho viral en las redes sociales. Ha decidido cerrar sus perfiles (o eso ha anunciado) y no atender a medios «sensacionalistas», como él dice. Con quienes parece que se lleva ahora bien es con los neonazis del Hogar Social Madrid , con cuya líder, la encausada por atacar la Mezquita de la M-30, se ha fotografiado, tras mostrar estos populistas de ultraderecha su apoyo a la guerra del taxi.

Además, miembros de la llamada «Plataforma Caracol Anti Piratas», que dirige, han donado alimentos a los neonazis para su campaña de ayuda a solo personas desfavorecidas de origen español.

La actitud de Nacho Castillo en las protestas del gremio, como la del pasado martes en Madrid , es bastante alborotadora. Botes de humo, pitadas y algún que otro insulto... Es lo que él denomina «liándola un poquillo». Horas antes de la masiva manifestación, aventuraba: «No ha sido fácil pero he conseguido rodearme de gente como yo de toda España, con sangre en las venas. Y mañana vamos a liar el chocho jamás contado ».