Hazte premium Hazte premium

Sube la fiebre 'vintage': se usa pero no se tira

Malasaña concentra el mayor número de tiendas de ropa de segunda mano, un fenómeno que no deja de crecer

Magpie Vintage, en la calle de Velarde, tiene uno de los espacios más amplios de la zona ISABEL PERMUY

Marta Martínez

Malasaña es el epicentro en Madrid del comercio de ropa ‘vintage’ y de segunda mano , una suerte de ruta que a diario recorren buscadores de gangas, amantes de la estética retro o concienciados con el medio ambiente. Nuestra primera parada está a escasos dos minutos a pie desde el metro de Tribunal. En la calle de Velarde se encuentra Magpie Vintage , con más de una década a las espaldas. Al preguntar a sus empleadas qué tal funciona el negocio tras la irrupción de la pandemia, la respuesta es sencilla: «Fenomenal, antes y ahora». Los cambios, aseguran, solo se notan en la desinfección constante y los límites de aforo. «Aquí viene gente de todas las edades. Unos por moda y otros por conciencia ecológica», explican.

Sus vecinos de Williamsburg Vintage Clothes , también en Velarde, dicen no correr la misma suerte. «Hemos tenido que bajar los precios», explican. Y asumen que antes de la pandemia su cliente tipo era adulto y entendido, aunque desde hace meses un perfil cada vez más joven compone el grueso de sus compradores. En la cercana tienda Ekeko abundan en lo mismo: «Antes nuestro público se extendía de 15 a 60 años. Ahora, dominan los adolescentes».

Comprar al kilo

Ocho años han pasado desde que Flamingos Vintage Kilo se asentó en la calle de San Joaquín, con su llamativo escaparate rosa que atrapa todas las miridas. Aquí la ropa se vende ‘al peso’. «Hay tres categorías: una a 13 euros el kilo, otra a 24 euros y la tercera a 39 euros», explica uno de sus empleados. Siempre han funcionado bien, pero sí que han notado un cambio de edad en la clientela. «Antes no venían tantos jóvenes como ahora. Yo creo que es más moda que otra cosa. Buscan marcas que les gustan y que solo están en estas tiendas», explican.

También hay quien va a la caza de prendas importadas de otros países, como sucede en Aramayo Vintage , con doble sede en la plaza de Herradores y Corredera Alta de San Pablo. Presumen de piezas llegadas de Japón, Alemania, Suiza o Estados Unidos. «Tenemos desde kimonos originales hasta uniformes de animadoras estadounidenses —cuentan—. Cuando compras ‘vintage’, adquieres algo único, que solo tendrás tú. Te distancias de los demás». Pero sus dependientas coinciden en que, en España, comprar ‘segunda mano’ aún cuesta.

Alta gama

La propietaria de Mucho Vintage , ubicada en la Corredera Baja de San Pablo y abierta ocho meses atrás, dice que «la gente a veces confunde vejez con maltrato, pero lo que ocurre es que hay ropa ‘vintage’ de todo tipo, marcas locales muy sencillas o prendas de alta gama de firmas internacionales como Burberry, Lacoste o Tommy». En su opinión debe primar la autenticidad y los materiales.

Mucho Vintage, en la Corredera Baja de San Pablo ISABEL PERMUY

Hasta Mucho Vintage llega gente de todo tipo, desde quien entra con frío y sale con una chaqueta puesta, hasta quien se presenta con guardaespaldas. Lo que sí ha notado su dueña es que los españoles todavía sienten reparo a la hora de comprar ropa usada , práctica que para los turistas es de lo más normal. «Los nórdicos entran aquí como si esto fuera El Corte Inglés, con absoluta naturalidad. En Suecia, Dinamarca o Noruega es una práctica de lo más normal. Lo importante es tener la ropa bien aseada, con lo que haces una gran inversión para desinfectarla», explica.

En el caso de Amores Eternos , también en la Corredera Baja de San Pablo, Cristina, su dueña, únicamente se dedica a la venta de ‘selected vintage’: ropa, complementos y objetos de decoración como vajillas, de entre los años 40 y 80 que no han sido usados. «Suelo trabajar para el cine y televisión. Viajo por todo el mundo y voy comprando, por ejemplo, en tiendas que van a cierrar», explica. Mujeres más allá de los 35 años es el perfil de cliente con el que suele tratar: «Ellas desean vestir diferente, no quieren lo que llevan todas», sentencia.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación