El «selvático» proyecto para soterrar los coches de la Gran Vía que soñó Madrid

«Es el momento de hacer algo y hay que ser valientes. Cortar un día el tráfico no es una ocurrencia», afirma Delgado. Recuerda que no es la primera vez que se «sueña» con la remodelación de esta calle. «Se hizo un concurso de ideas en 2010 para el centenario de la Gran Vía en el que participó el Colegio de Arquitectos de Madrid y al que se presentaron muy buenos trabajos», dice. Entre ellos, destaca el que Miguel de Oriol presentó en su día para soterrar el tráfico en un túnel desde la calle Alcalá hasta la plaza de España y dar protagonismo al peatón en un espacio ajardinado. «Era un buen proyecto pero el concurso no era vinculante. Habría que hacer uno nuevo que sí lo fuera», explica.

«Soterrar el tráfico es la única forma de aliviar la densidad de coches que sufre no solo la Gran Vía sino también sus alrededores», añade. «Con ello se crearían, además, un buen número de plazas de aparcamiento», opina. «De hecho, había empresas dispuestas a pagar el coste de crear el paso subterráneo a cambio de explotar los aparcamientos resultantes», matiza.

Es algo que «hay que discutir y consensuar». «Cuando se hizo el concurso se debatió mucho sobre el asunto», dice. El presidente de los empresarios de Gran Vía tiene claro que es un asunto que requiere «calma». «Nos tenemos que poner de acuerdo todos: peatones, conductores, Gobierno y empresarios».

Advierte de que las prisas «no son buenas». Ampliar solo las aceras, como propone José Manuel Calvo –delegado de Desarrollo Urbano Sostenible–, le parece un plan «raquítico». «Solo generaría más atascos», opina. Además, se muestra especialmente crítico con la propuesta de Ahora Madrid porque «no se puede querer hacer más transitables las aceras y, mientras, dejar que los manteros las ocupen». «Han copado la calle después de que Carmena suprimiera la unidad de la Policía Municipal que se encargaba de ello », reitera. «Hay que ser sensatos y pensar a largo plazo. No se puede arreglar una ciudad en cuatro días», concluye.