Suscribete a
ABC Premium

La segunda vida de los mercados de abastos: «Aquí se viene a comer, no a comprar»

Pescaderías y charcuterías de espacios públicos como La Cebada se convierten cada sábado en referentes gastronómicos a precio de coste, amparados por una normativa municipal de actividad de «degustación»

Decenas de personas toman el aperitivo en una pescadería del Mercado de La Cebada ISABEL PERMUY
Ignacio S. Calleja

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Combinan el espíritu de los antiguos mercados de abastos con la jarana y la calidad de las mejores barras. Su encanto está en que tienen poco que ver con otros rincones gourmet de la capital; gustan porque son auténticos y porque aún no ... son un atractivo para los turistas. Es la segunda vida de las pescaderías, fruterías, charcuterías y otros comercios de espacios como La Cebada , Prosperidad o San Fernando, que cada sábado a la hora del aperitivo se transforman en referentes gastronómicos a precio de coste . Pese a su apariencia caótica, como una lonja sin ley, están amparados por una normativa municipal de 2014 que no les otorga la categoría de local de hostelería, pero sí para «actividades de degustación». A estos mercados no se va a comprar, se va a comer.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia