Secuestran a un camerunés y se van al bar de enfrente a ver un partido del Real Madrid

Mientras, dos de los cuatro captores de origen armenio, fueron arrestados en un bar cercano mientras veían el partido de la Champions disputado entre el Real Madrid- París-Saint Germain y los otros, españoles, en Talavera de la Reina (Toledo). Uno de estos últimos tiene antecedentes por apropiación indebida, violación de secretos y estafa bancaria. Todos están en prisión .

El supuesto «negocio» que iban a realizar consistía en la compra por parte de una de estas organizaciones de una partida de diamantes de dudosa procedencia.

Para cerrar el trato concertaron una cita en un piso, a la que acudieron dos africanos y dos armenios el pasado 3 de noviembre . El grupo se dirigió a un inmueble situado en la calle de Santander de Parla, con el fin de ver la mercancía y realizar la correspondiente transacción.

Sin embargo, una vez en el inmueble, los dos ciudadanos del este de Europa conminaron a uno de los cameruneses a que se marchara de allí de inmediato. Tras ello, explicaron que su amigo se iba a quedar retenido hasta que no les entregaran la cantidad de 30.000 euros. De lo contrario, su vida correría serio peligro , según precisaron a ABC fuentes de la investigación.

El compañero del retenido, asustado por el cariz de los acontecimientos, acudió a denunciar los hechos a la comisaría de Arganzuela, alertando del municipio y del lugar aproximado en el que se encontraba su amigo, que dejó aparcado su vehículo en las inmediaciones del domicilio en el que estaba secuestrado: un jeep Grand Cherokee.

Alegó que todo sucedió durante la venta de unos diamantes . De inmediato, comenzaron a investigar el Grupo XII de la Brigada Provincial de Policía Judicial y la Comisaría de Parla, quienes localizaron el coche a través de balizas y la vivienda, un bajo situado en el número 9 de la calle de Santander con rejas en todas las ventanas.

Al día siguiente , y con el preceptivo mandamiento judicial, efectivos de los GEO liberaron al secuestrado.En un camastro, con bridas en manos y pies estaba el rehén, que dijo que sus captores le habían golpeado en varias ocasiones y que amenazaban con acabar con su vida de no pagar el rescate.

Al parecer, el origen de todo ello fue que la víctima había timado con anterioridad a los secuestradores: los dos armenios y dos españoles, uno de ellos el cabecilla del grupo, la misma cantidad de dinero con el método de los billetes tintados. Por ello, planearon el «negocio» de la venta de los diamantes como excusa para localizarle y que cayera en la trampa , indicaron desde la Jefatura Superior de Policía.

En el piso, los agentes hallaron un arma de fuego, varios teléfonos móviles y diversos productos químicos empleados, supuestamente, para «fabricar» dinero tras aplicarlo en unas cartulinas blancas.

«Todo el edificio tembló cuando los GEO echaron la puerta abajo», decían ayer los residentes, que explicaban que los captores eran «okupas».