Las rutas del 'cruising': encuentros sexuales entre desconocidos en plena calle

Desde aparcamientos apartados a las afueras de un pueblo al aparcamiento de la plaza de toros de Las Ventas y los baños de centros comerciales, estaciones y museos, estas prácticas se han multiplicado en los últimos años, más allá de los encuentros esporádicos con anónimos a través de las aplicaciones de ligue.

Existen numerosas webs, foros y hasta grupos de WhatsApp y Telegram donde desconocidos se ofrecen para quedar en la vía pública para mantener sexo sin compromiso alguno. También están proliferando pensiones o pisos que alquilan habitaciones por horas para que los interesados lleguen, se acuesten y se vayan. Por ejemplo, una empresa especializada en este nicho de negocio oferta «apartamentos por horas a precio de habitaciones desde 30 euros las dos horas y 10 las siguientes». Si el asunto va a ser aún más rápido, menos de 60 minutos, ofrecen «un piso en la zona de Gran Vía-Ballesta por 20 euros». Disponen de espacios similares «amueblados y equipados» por todo el centro, desde Chueca a Lavapiés, pasando por Atocha, Tribunal, Antón Martín…

También está creciendo el negocio de los ‘hoteles del amor’, establecimientos de mayor lujo: cuentan con habitaciones con jacuzzi, camas de agua, ‘sex-sofás’, saunas, baños turcos y un largo etcétera.

«Me encanta ir a la escombrera en Alcorcón y exhibirme en el coche» , explica uno de los habituales del ‘cruising’: «También voy a domicilio para orgías», añade en un grupo de WhatsApp en el que hay 50 participantes. ABC ha consultado acerca de estas prácticas a policías municipales. Su margen de maniobra es corto, por no decir que inexistente: «Sabemos que es algo que existe, pero no es sancionable. Anecdóticamente, algún compañero descubre a veces a cuatro o cinco hombres practicando sexo detrás de un seto. Pero, normalmente, suelen hacerlo en coches, y ahí nada se puede hacer. Además, acuden a lugares apartados, poco frecuentados, en partes de la plaza de toros de Las Ventas, el parque del Oeste, el de Atenas, la Casa de Campo».

Otros apuntan a que actúan cuando existen quejas vecinales y están realmente fundadas. De todos modos, «los avisos son muy escasos» y, por ejemplo, la Unidad Integral del Distrito de Salamanca, donde se encuentra la plaza de toros de Las Ventas, tiene destinado un patrulla que pasa por esa zona, sobre todo las noches, pero solo de manera disuasoria, precisan fuentes policiales.

El ‘cruising’ también se da, y mucho, en baños de centros comerciales y estaciones como las de Atocha y Chamartin. De hecho, en estas últimas, ADIF, entre otras razones, tuvo que poner de pago el uso de sus retretes. Aun así siguen siendo de los más ‘transitados’. En cuanto a los otros lugares mencionados, las empresas han tenido que reforzar la vigilancia privada.

Raúl González, vicepresidente de la Fundación Triángulo, considera que donde se practica el ‘cruising’ «no son necesariamente los espacios en los que se transmite el VIH» : «Es más por actitudes que por lugares. Alguien puedes infectarte en casa con alguien con quien has quedado y conoces de toda la vida, más que en un lugar de ‘cruising’ y con alguien que no conoces de nada, porque con anónimos probablemente se protejan más».

Eso sí, González añade que «otro elemento son situaciones en las que se pueda generar más vulnerabilidad, como ingerir alcohol y drogas, que pueden generar menos protección»: «Puede ser gente con baja autoestima o que tenga una menor capacidad de mantener relaciones”, explica sobre parte de los ‘habituales’ de estas prácticas. También cree que «no es lo mismo una pareja heterosexual que no tiene que esconder nada que una de hombres jóvenes que se mantienen en la clandestinidad» , lo que puede influir en una mayor infección de ETS. Aun así, sostiene que puede haber «más gente que se contagie con su pareja».

La fundación trabaja «en la prevención en lugares como las saunas, locales con cuarto oscuro y zonas de ligue», donde dispensan preservativos y mantienen conversaciones. Insisten en que «la protección debe darse en cualquier situación» y se quejan de las «dificultades para dispensar la medicación PreP», que funciona como profiláctica en las personas que la toman.

En cuanto al ‘cancaneo’ o ‘dogging’, son numerosísimos los espacios donde se da. Sobre todo, consiste en practicar sexo entre heterosexuales al aire libre pero para que terceros observen. Lo que de toda la vida se conoce como ‘voyeurs’, que en muchos casos suelen unirse a la práctica.

Uno de los principales lugares donde ocurre esto es en el Cerro de los Ángeles, en el término municipal de Getafe. De día, de noche; fines de semana o de lunes a jueves… Da igual, las personas que acuden a los templos santos del centro geográfico de España o a practicar deporte tienen que aguantar toparse con preservativos usados o, directamente, a parejas en pleno acto. El lugar es propiedad de la Diócesis de Getafe, aunque su mantenimiento depende del Ayuntamiento, cuyos policías, escasos, se pasan por la zona, pero, como en el caso de Las Ventas, de manera disuasoria y para evitar los habituales robos que se dan allí.