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Un robot noruego, clave en la desinfección contra el Covid-19 de los hospitales de la Comunidad de Madrid

Centros como La Paz, el Ramón y Cajal o el de La Fuenfría han recurrido a este sistema que logra la «antesala de la estirilización»

Un operario acciona el robot con el sistema Decon-X en una habitación del Hospital de la Fuenfría Guillermo Navarro
Adrián Delgado

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La vida, en un intento por disfrutarla con garantías para la salud, pasa en estos tiempos por lograr un ambiente seguro libre patógenos. Esa lucha contra un enemigo invisible como es el coronavirus (Covid-19) ha encontrado en la tecnología más avanzada un potente aliado en espacios con una alta exposición al virus como son los centros hospitalarios. Lugares que suman, además, el hándicap de la necesidad de eliminar su presencia lo antes posible. En ello trabaja una empresa madrileña de reciente creación que ha importado desde Noruega un «robot» que está siendo empleado en la desinfección de varios hospitales de la Comunidad de Madrid.

Un técnico prepara la máquina con la solución de peróxido de hidrógeno al 5% Guillermo Navarro

Constituida hace menos de tres meses, la compañía madrileña H2O2 Aplicaciones Sanitarias asegura haberse hecho con la exclusividad en España de este sistema conocido en la industria como « Decon-X ». «Una solución tecnológicamente muy avanzada que basa su eficacia contra el virus en la nebulización homogénea de peróxido de hidrógeno en una concentración del 5%», explica a ABC Eduardo Rodríguez-Losada . Sus equipos han asumido la responsabilidad de desinfectar algunas de las instalaciones más críticas de estos momentos –salas de UCI, espacios de las unidades de reanimación, salas de larga estancia de pacientes con Covid-19 y habitaciones individuales de personas contagiadas– en centros como La Paz, el Ramón y Cajal, el Niño Jesús, el Severo Ochoa, el Universitario Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares o el de La Fuenfría.

Difusión homogénea

Sellado de puertas, rejillas y rendijas previo a la desinfección Guillermo Navarro

ABC acompañó ayer al equipo encargado de los trabajos en este último hospital de media y larga estancia para conocer el proceso de primera mano. «Se trata de un robot automatizado y monitorizado de forma externa. No hay ningún riesgo para la salud del operador», explican. Para poder lograr la máxima eficacia en la limpieza «no solo ambiental, sino también de todas las superficies», es preciso sellar todos los puntos por los que se pueda escapar el gas en la estancia. «La difusión es completamente homogénea a través de microgotas inferiores a 6 micras que forman una nube seca que logra penetrar tejidos e introducirse en lugares recónditos donde ningún otro sistema es eficaz», explica Rodríguez-Losada sobre la principal ventaja de estas máquinas frente a otros sistemas como la luz ultravioleta –que presenta riesgos en las zonas de sombra– o el ozono –del que existe un debate abierto sobre su eficacia contra el virus y las altas concentraciones necesarias para ello–. «El biocida que utiliza este robot está autorizado en España y su uso es tan seguro que el único residuo que queda tras su uso es oxígeno», destaca, subrayando que es «respetuoso con el medio ambiente» y también con «el mobiliario, los tejidos o los equipos electrónicos».

La máquina nebuliza una "nube seca" de peróxido de hidrógeno con microgotas que no superan las 6 micras, capaces de llegar a zonas de ocultas Guillermo Navarro

«Su eficacia es del 99,9999% contra virus, bacterias y esporas , lo que significa que de cada millón de partículas solo queda 1. Esto supone la antesala de la esterilización total», señala. De momento, esta empresa madrileña cuenta con cinco equipos –pueden trabajar hasta 10 en línea– cuyo coste por unidad es de 35.000 euros. «La demanda social ahora mismo es muy fuerte. Los equipos ya han trabajado en farmacias, gimnasios o restaurantes , entre otros espacios», señala sobre el auge de este tipo de servicios de desinfección tras el estallido de la pandemia.

Por ello, la intención de esta compañía es hacerse con nuevos equipos. «El problema es que ahora mismo la fábrica de Noruega ha roto sus stocks con esta crisis. Los plazos de entrega se van ya al mes de agosto», concluye.

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