La rebelión en el CIE de Aluche se produjo al final de la cena, porque los 90 argelinos estaban juntos

En el comedor arrancaron uno de los bancos soldados al suelo (como ya advirtió el sindicato UFP a la Jefatura de Policía de Madrid), que utilizaron como ariete para derribar la puerta que les permitiría subir a la azotea . Lo hicieron, en un primer momento, sesenta personas.

La elección del día, insisten las mismas fuentes, no fue baladí. A esa hora se jugaba el partido de alto riesgo entre el Real Madrid y el Legia de Varsovia . Al estar considerado de alto riesgo, los internos creyeron que iba a haber menos policía para impedirles la huida, cosa que no ocurrió. En el interior del CIE se encontraban cinco agentes.

Se encaramaron a la azotea, con el rostro tapado con capuchas, y comenzó el motín. Entonces, llegaron los «antidisturbios», que primero empezaron la negociación con un altavoz, desde el exterior. La lluvia fue providencial. La orden era la de no actuar a no ser que una necesidad mayor lo requiriera, como en el caso de que hubiesen herido a algún funcionario, cosa que no ocurrió. Había que esperar a que se cansaran y depusieran su actitud. Muchos fueron desistiendo y, pasadas las nueve de la mañana de ayer, los 38 argelinos y el marroquí que seguían en el tejado decidieron abandonar la protesta.