Reales Guardias Españolas y Walonas: plan para salvar los cuarteles olvidados del Real Sitio de Aranjuez

Testigos otrora de la edad dorada de los jardines del Raso de la Estrella, entre la estación de tren y los pies de la fachada principal del palacio, su estado actual es casi ruinoso. Su entorno, degradado hasta 2011 como recinto ferial , ha perdido cualquier atisbo de la importancia que los expertos atribuyen a este hoy «paseo de la vergüenza» impropio de un lugar como Aranjuez.

«Estamos hablando de la entrada natural de Aranjuez, del primer camino que ordenó trazar Felipe II, del lugar por donde llegaban los reyes al Palacio con sus guardias personales cuadradas a ambos lados. En definitiva, del espacio donde enraízan los orígenes del Real Sitio», explica a ABC la alcaldesa ribereña, María José Martínez de la Fuente (PP), sobre los mapas históricos y legajos que conserva el consistorio arancetano. Una zona integrada dentro del entorno urbano que ha sido objeto de proyectos «disparatados» en el pasado –el más célebre, su intento de reconversión en tiempos del exalcalde socialista Jesús Dionisio sendos centros de exposiciones y de congresos de la mano del arquitecto británico David Chipperfield en 2008– y para la que la regidora desea un «futuro mejor» que sea capaz de conservar su esencia histórica.

Por ello, y tal y como avanza a este diario, propondrá instar al Gobierno a recuperar y reconstruir ambos edificios históricos en el Pleno del próximo 16 diciembre con un uso preferente para la docencia –un centro de Educación Superior y una residencia de estudiantes– . Una petición que pretende obtener el máximo consenso de los grupos municipales y que elevará al Estado la reclamación de cumplir con lo que considera una obligación legal, pero también «moral». «Las administraciones tenemos que dar ejemplo a la ciudadanía en la conservación de este tipo de inmuebles, promover su protección», explica Martínez de la Fuente que, además de licenciada en Derecho, es especialista en esta materia –no en vano, es Premio Nacional a la Defensa del Patrimonio Histórico y Cultural–. Asimismo, desea poder reunirse en el futuro con Vicepresidencia del Gobierno para abordar este asunto.

Consciente de la coyuntura actual, no renuncia a «intentar» reparar esta brecha para Aranjuez con esa posible actuación que cree necesaria enmarcar en un Plan Especial que actuaría sobre todo el Raso de la Estrella, recuperando el trazado de las calles que confluyen en el palacio, y que conectaría la estación de tren con el casco urbano. «Solo para esa intervención calculamos que serían necesarios 3,6 millones de euros , a los que habría que incorporar el coste de las expropiaciones de los terrenos privados con construcciones industriales abandonadas», explica la regidora, con la complejidad añadida de sumar una nómina importante de administraciones afectadas que deberían «ponerse de acuerdo». Entre ellas están Adif, Patrimonio Nacional y Patrimonio del Estado.

Este último ente estatal es sobre el que recae la titularidad de los dos cuarteles de Guardias Reales Walonas, que conserva casi en su totalidad la fachada perimetral, y de Guardias Reales Españolas, con apenas algunos paramentos en pie. Preguntado por el mantenimiento y la previsión de un proyecto a medio o largo plazo, señala que ambas construcciones históricas fueron entregadas desde Patrimonio Nacional en 2011, ya en «estado de ruina», y se ha encomendado su administración a la mercantil estatal Segipsa. El futuro de los inmuebles, en ese sentido, se plantea difuso, habida cuenta de que la Administración central ve improbable una reforma próximamente. «Dada la calificación urbanística de los solares en que se ubican los restos, como Sistema General Parque, las posibilidades de gestión son limitadas» , explican a ABC desde Patrimonio del Estado, dependiente del Ministerio de Hacienda.

Para la alcaldesa ribereña se trata de una cuestión de «voluntad» por parte de todas las administraciones. «Siempre he defendido que Aranjuez, por su naturaleza patrimonial y cultural , necesita un Plan Estratégico propio en el que estén representadas todas las administraciones e instituciones afectadas y en el que se defina quién tiene que hacer qué y con cuánto presupuesto», dice durante una visita a pie por la zona.

«Se trataría de reconstruir respetando lo existente y siguiendo fielmente la traza original, aplicando una técnica de capas similar a la que se aplica en las intervenciones arqueológicas que permita diferenciar lo nuevo de lo primigenio», apunta. Estima que al menos se necesitarían 20 millones de euros para poder llevar a cabo todas las actuaciones necesarias, incluido el traslado de una estación de bombeo de aguas residuales enclavada en el interior del cuartel de Guardias Españolas y que a buen seguro dañó aún más su ya pésimo estado. « El uso universitario creo que es el que mejor respeta su esencia, como lugar en el que también aprendían los jóvenes guardias reales en tiempos de Carlos III. De hecho, el otro cuartel de Reales Guardias Walonas que hay en la región, en Leganés, fue restaurado con esa finalidad», pone como ejemplo. «Es un entorno realmente inspirador para estudiar y muy bien conectado con la estación de tren a solo unos metros», defiende sobre su propuesta.

Desperdigados por varios puntos de Aranjuez, tal y como documentó hace años el cronista oficial del municipio José Luis Lindo, los sillares y piedras decorativas labradas con inscripciones de los cuarteles –algunas de ellas conservadas con mimo por el Ayuntamiento– suman desazón a este atropello.

La Asociación Hispania Nostra incluyó ambos inmuebles en su «lista roja de patrimonio» en marzo de 2015. Entonces recordó su protección integral al estar dentro del perímetro del Conjunto Histórico de Aranjuez, que fue declarado Bien de Interés Cultural mediante Real Decreto en 1983.