La reforma del Bernabéu eliminará siete carriles de tráfico y 500 aparcamientos en la zona

En virtud de los planos que se incluyen en el Plan Especial del Bernabéu , aprobado en pleno el 31 de mayo de este año, la calle de Concha Espina, que actualmente tiene tres carriles en cada dirección -seis en total- pasará a ser de cinco carriles: tres en dirección a la glorieta de los Sagrados Corazones y dos que desembocarán en la plaza de Lima, en lugar de los tres actuales.

Otro vial afectado será el de la calle del Padre Damián, que actualmente tiene hasta seis carriles en algunas zonas. De hecho, en su confluencia con Concha Espina -donde se ubica el centro comercial La Esquina del Bernabéu -, ahora hay seis, que pasarán a ser cuatro, dos en cada sentido. En el extremo contrario, cuando Padre Damián converge con la calle de Rafael Salgado, también se racionalizará el espacio para el tráfico rodado. Sus cinco carriles se convertirán en cuatro cuando acaben las obras.

En Rafael Salgado también se acometerá una reforma de calado. Los dos carriles en cada sentido que rodean la isleta central, poblada de coches aparcados en batería, desaparecerán y sobrevivirá un carril para el tráfico. En este lugar, el Ayuntamiento anunció que se desarrollarán zonas estanciales en las que el principal protagonista será el peatón y no el vehículo privado, tónica predominante en la actualidad.

La vertiente principal del Santiago Bernabéu tampoco se librará del cambio. De hecho, la explanada de asfalto paralela al paseo de la Castellana se convertirá en una gran plaza peatonal por la que dejarán de circular los coches. De esta forma, los viales interiores que dan acceso a las plazas de aparcamiento frente al estadio desaparecerán y el tráfico ocupará los dos carriles dispuestos en el lateral de la Castellana.

Todos los que quieran aparcar en esta emblemática zona de la capital lo tendrán más difícil una vez que el nuevo Bernabéu sea una realidad. Las proyecciones de aparcamiento recogidas en el Plan Especial dibujan un mapa en el que los alrededores del estadio quedan prácticamente huérfanos de aparcamientos públicos al aire libre.

La mayoría de plazas de la zona verde, específica para los residentes en la zona, se respetan. Sin embargo y según ha podido comprobar ABC sobre el terreno, alrededor de 500 estacionamientos correspondientes a la zona azul serán eliminados con el nuevo estadio.

Fuentes municipales avanzan a este diario que el Real Madrid trabaja ya en el desarrollo de diferentes fórmulas y alternativas para reubicar las plazas de aparcamiento que se perderán con la remodelación. Una vez que finalicen estos trabajos se conocerá el número exacto de aparcamientos que desaparecerán.

Mientras tanto, la zona que más plazas de zona azul aglutina en los alrdedores del Bernabéu es la explanada que se encuentra entre la fachada principal del coliseo y el paseo de la Castellana. En este lugar, ocupado los días de partido por las unidades móviles de los medios de comunicación que realizan las retransmisiones futbolísticas, se perderán 274 plazas de zona azul. Allí pueden aparcar vehículos en la acera del estadio, también en dos zonas delimitadas para tal efecto en la explanada de enfrente y, además, en una hilera de coches, dispuestos en batería, situada al margen del lateral de la Castellana.

El recorte también se notará en la calle de Rafael Salgado, donde en su día se diseñó un estacionamiento para cien coches en batería bajo el régimen de zona azul. Este lugar, junto con la zona de aparcamiento en línea de la acera del Bernabéu de dicha calle, conforma un montante de 140 plazas de estacionamiento público sacrificadas.

Menor es el número en la calle del Padre Damián, donde la reforma se cobrará 46 plazas de aparcamiento, también de zona azul. En esta zona, junto a la tienda oficial del club blanco, hay un espacio reservado a una parada de taxis que, según los planos, desaparecería en el caso de no ser reubicada en los alrededores.

En Concha Espina, por su parte, se eliminará igualmente la zona azul que bordea al estadio. Esta modificación se justifica por la ampliación de la acera más cercana al Bernabéu, una actuación polémica, al menos para los vecinos de los inmuebles colindantes, quienes consideran que el estadio se les va a echar encima . Así se lo hicieron saber la semana pasada en un encuentro informativo al concejal-presidente del distrito de Chamartín, Mauricio Valiente, a quien también le recordaron que esta zona tiene un problema de aparcamiento, al menos para los que allí residen.