El rapero asesinado en Pacífico ya fue agredido por una banda latina en abril

De hecho, su negativa a tomar posiciones dentro de una banda podría estar detrás del móvil del suceso. Aquella noche de julio no era la primera vez que Isaac sufría un ataque por parte de este tipo de jóvenes. El pasado mes de abril, fue víctima de una agresión en la zona de Legazpi , en Arganzuela, el mismo distrito en el que vivía y donde tres meses después lo mataron.

Fuentes del caso indican que esas mismas personas, que serían del entorno de los Dominican Don’t Play (DDP), banda enfrentada a los Trinitarios, podrían estar detrás del crimen. Así lo han indicado los propios amigos del chaval, aunque Isaac no denunció los hechos. Tampoco se lo comentó a su familia. Lo que sí relató a Nines, su madre, fue que en alguna ocasión había tenido algún encontronazo con DDP, que le habían ordenado: «Baja corona» (un término utilizado por estos grupos, acompañándolo con un gesto de la mano con los dedos hacia abajo), a lo que el chico, que tenía Asperger, se negó. También había sufrido otro tipo de amenazas, verbales, según su círculo más íntimo, de un grupo de latinos que se reúnen en el parque que hay enfrente de su casa, en la plaza del Amanecer de Méndez Álvaro.

La gran pasión de Little Kinki era la música urbana, el trap, el hip hop, el rap... Se había hecho un hueco y eso le llevaba a tener en su entorno a algunas personas pertenecientes a bandas, pero él jamás quiso serlo. El penalista Juan Manuel Medina es el portavoz y abogado de la familia, pero ayer no quiso hacer declaraciones sobre el caso, «por respeto a la investigación» y alabó la labor de la Policía.

El Grupo VI de Homicidios ha elaborado un oficio al juzgado para que la empresa de alquiler del patinete hallado no muy lejos del túnel de la calle del Comercio, donde fue asesinado Isaac, detalle quién lo arrendó. Quiere saber si tiene que ver con el asunto, ya que, según los testigos, uno o varios de los atacantes iban en estos aparatos en el momento en que perseguían al chico para finalmente acuchillarlo cuatro veces por la espalda. Asimismo, la Brigada de Policía Científica se ha hecho cargo del patinete, para obtener huellas.

También se ha solicitado la geolocalización de los teléfonos móviles que se encontraban en el punto aquel día, sobre las nueve de la noche, habida cuenta de que el túnel no cuenta con cámaras de videovigilancia. Las imágenes que sí se han pedido son las de los comercios o bancos cercanos, por si recogieron la llegada o escapada de los homicidas.

Otra pista es el cuchillo de cocina que la Policía encontró junto al rapero. No tenía restos de sangre, por lo que no se sabe si lo llevaban los agresores o el propio Isaac, para defenderse, después de las amenazas sufridas.

Isaac había quedado esa noche, después de cenar con su madre y su abuela en casa, con su amigo Eneko, al otro extremo del subterráneo, para grabar un videoclip. Según relató este testigo, la víctima le comunicó por teléfono que le estaban siguiendo y que incluso escuchó gritar «¡No me hagáis nada!» justo antes de ser acuchillado, y a sus agresores ordenarle «¡Párate!».

Saltó la valla que separa el paso peatonal para saltar a la calzada, donde cayó moribundo. El Samur intentó durante 40 minutos salvarle la vida, sin éxito.