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Puñetazos de esperanza «Made in Madrid»

A través del boxeo, Round 13 ofrece un espacio para que los niños con pocos recursos y en peligro de exclusión social puedan forjarse un futuro en Uganda

Ernesto Sánchez (de gris) enseña un movimiento de boxeo en una de las escuelas de Round 13 José Luis Martínez
Álvaro G. Colmenero

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En Uganda, un país donde la esperanza de vida apenas llega a los 60 años y la mayoría de los niños nacen bajo la amenaza de la exclusión social debido a la extrema pobreza, el proyecto social Round 13 , radicado en Madrid, se presenta como una herramienta de salvación para muchos de estos pequeños africanos. El boxeo actúa in situ como vehículo de integración , alejando a los ugandeses de la crudeza que aporta a su día a día la falta de recursos para proyectar un horizonte vital alentador.

La idea de esta «Social Enterprise» nace cuando Ernesto Sánchez , actual CEO de Round 13 y por entonces estudiante de ADE, viajó en 2014 para realizar un voluntariado en este país centroafricano. Allí conoció a Nasser, un boxeador con el que compartía la pasión por el noble arte. Juntos se propusieron crear una escuela de boxeo para los niños ugandeses. «Después de unos años, veía que los chicos iban mejorando mucho, el boxeo estaba aportando un cambio real en su vida », cuenta Sánchez. Este fue el germen de Round 13, una suerte de ONG que se financia con fondos propios, cuyo objetivo es «ayudar» a los desfavorecidos en su propia tierra a través de este deporte de combate.

Su primera idea fue organizar un contenedor para reutilizar el material boxístico. «Vimos que mucha gente tiraba material deportivo en buen estado y pensé que podíamos llevarnos ese material a África. Así surgió, para ayudar a esa gente que no tiene acceso al boxeo», relata. Era 2016 y, hasta el momento, no ha parado de crecer. «No sabíamos el impacto tan grande que iba a tener el boxeo en el futuro de estos niños», reconoce.

Único voluntariado de boxeo

Round 13 ha logrado, en solo un par de años, establecer seis academias a las que acuden unos 540 niños ugandeses. Este proyecto se financia a través de tres tipos de productos. La venta digital de material relacionado con el boxeo como los guantes o las camisetas, las campañas que realizan junto a diferentes empresas mediante patrocinios y también con un programa de voluntariado para que cualquiera pueda ayudar en esa región africana. «Somos el único voluntariado de boxeo en el mundo , esto es muy interesante», se ilusiona Sánchez, que destaca el trabajo que se reparte también con José Luis Martínez, director de medios y fotógrafo oficial y Brian Matovu, el coordinador de los programas sociales que se encarga del monitoreo de los proyectos en Uganda, además de los entrenadores que organizan cada academia. «Allí alguien nos cede una tierra y nosotros equipamos la escuela mediante el envío de todo tipo de material necesario para la práctica boxística», explica el CEO.

El objetivo de este emprendimiento social es transformar notablemente las vidas de los pequeños ugandeses y, para ello, Round 13 se basa en la teoría del cambio , impulsada por Unicef. «Queremos crear individuos que sean capaces de tener oportunidades, salir de ese bucle de pobreza y que mejoren su futuro», apunta Sánchez. Para ello, utilizan la vía de la práctica deportiva mediante el boxeo, la educación mediante becas y también atienden a la sanidad «por pura necesidad».

Ernesto Sánchez, junto a los niños ugandeses y el material deportivo José Luis Martínez

Lo cierto es que, golpe a golpe, cientos de niños tratan de proyectarse un camino en sus vidas. Ejemplos hay muchos. « Alice tiene una historia muy bonita. Se acaba de convertir en campeona nacional de Uganda y ella lleva boxeando solo dos años. Empezó a practicarlo porque era muy tímida y no tenía confianza en sí misma, casi ni hablaba con sus padres», recuerda Sánchez. Otro referente es Alan . «Cuando le conocí en 2014, no tenía estudios y no tenía ninguna perspectiva de empleo. Empezó a boxear y en dos años se convirtió en campeón de Uganda también . Ahora es profesor de boxeo y vive de dar clases en gimnasios buenos». Los números no engañan y sirven de soporte para el proyecto emprendido por Round 13. «En enero tuvimos el Uganda Open, que es el torneo más prestigioso de este país. Los que ganan medalla de oro y plata se van al equipo nacional. Llevamos a 14 chicos a este evento, seis tuvieron medallas, cuatro de oro y dos de plata. Además, hubo dos más que no ganaron medalla pero que los invitaron a participar con el equipo olímpico por hacer una gran actuación», explica con orgullo Sánchez.

Resultados aparte, desde esta organización resaltan que lo importante es el refuerzo social que se realiza, que no estén en la calle y no sean carne de delito. «A través del boxeo, que es un deporte muy duro y con muchos valores, desarrollan una actitud de disciplina y trabajo , de ir a entrenar todos los días y esto les ayuda». Por el momento, el proyecto sueña con seguir creciendo, con ser un pilar para esos niños que no han tenido demasiada suerte y ayudarles a combatir en la vida. Ellos, seguirán lanzando puñetazos de esperanza . Eso sí, «Made in Madrid».

Un niño ugandés practica boxeo en una de las escuelas de Round 13 José luis Martínez

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