Los madrileños se aferran al puente

En Madrid, a la fiesta del primero de mayo , día del trabajo, le sucede inmediatamente la del dos de mayo , en la que se conmemora el levantamiento popular contra la invasión napoleónica en 1808 y ese inoportuno lunes 30 de abril laborable , muchos han decidido convertirlo en día de holganza.

Parece que los llamamientos al sacrificio y el esfuerzo en esta época de crisis han caído en saco roto. ¿Lo bueno? Que hoy, día laborable, en la habitualmente ajetreada capital de España se circula a las mil maravillas, se encuentra aparcamiento fácilmente y si uno opta por el transporte público recibe el mismo servicio que cualquier día de diario. Además, es el último antes de que entren en vigor las nuevas y mayores tarifas.

A pesar de que la propuesta de trasladar los días festivos al lunes había recabado el apoyo tanto de las organizaciones empresariales y del Gobierno como de los sindicatos, para terminar con una costumbre, la de los puentes, que causa gran perjuicio en la economía nacional, la medida no ha sido aún implantada en el calendario laboral. Así que, de momento, como han elegido hoy muchos madrileños, se podrá disfrutar de cinco días seguidos sin pasar por el trabajo. El que lo tenga, claro. Habrá quien encadene muchos más contra su voluntad.