Las propuestas más sorprendentes para apagar el incendio que arrasó la Puerta del Sol

La Puerta del Sol , constituida a mediados del siglo XIX con las trazas actuales, ha sido escenario de múltiples episodios que alimentan la historia popular de Madrid. Uno de ellos tiene que ver con el devastador incendio que arrasó una parte de la plaza en 1815 , cuando todavía no contaba con la forma y apariencia que la distingue en el presente; de entonces apenas se conserva la Casa de Correos, primera piedra del proyecto, y algún edificio aislado.

Durante la madrugada del 17 de abril de 1815, hace exactamente 201 años, se produjo un fuego en el bloque de viviendas situado justo enfrente de la sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid . Aunque se ha escrito mucho sobre este suceso, no hay ninguna certeza sobre el origen del incendio. Pero lo verdaderamente sorprendente es que mientras las llamas avanzaban y arrasaban la manzana, las autoridades municipales discutían sobre cómo pararlo sin acertar . Según las crónicas sobre aquella noche, todo lo que podía salir mal resultó peor; órdenes contradictorias, las mangueras no funcionaban, los bomberos no sabían si ir o venir, los aguadores ayudando con sus cántaros como recurso improvisado... Todo al tiempo que el fuego crecía mientras una suerte de consejo de sabios debatía entre sugerencias, a cual más absurda y rocambolesca.

Un capitán del ejército propuso bombardear la manzana y reducir el edificio a cenizas, para así utilizar los escombros como cortafuegos. Su idea fue rechazada. Otras autoridades municipales, ante los saqueadores que tomaron la plaza, se concentraron en combatir estos robos, olvidándose del imponente incendio. Su propuesta era que fusilasen allí mismo a estos bandidos . Pero aún destacó una tercera vía, acaso ajena a las llamas, cada vez más vivas en dirección a la calle del Arenal. El vicario, quizá desesperado, quiso encomendarse a la Divinidad y propuso sacar a San Isidro en procesión para que obrase un milagro . Tampoco se atendió. Entretanto, el fuego se extendió sin contemplaciones y el saldo fue de casi una veintena de casas arrasadas.

Este suceso, como otros similares, sirvió para que se creara la Sociedad de Seguros Mutuos de Incendios de Casas de Madrid, fundada en 1822 por Manuel María de Goyri. Esta sociedad explica el letrero adjunto a muchos portales de la capital, en el que puede leerse «Asegurada de incendios» . En la fecha, sin embargo, ninguno de los afectados cobró nada porque no existían los seguros.