El presidente llevará a cabo una «minicrisis» tras asumir el gobierno

De momento, Garrido continúa actuando como es propio de él: con prudencia , exacerbada por la delicada situación que se vive en el PP madrileño. Por eso, no quiso dar por hecho lo que será una realidad en una semana, su elección como sexto presidente autonómico madrileño . Un escenario que, de truncarse, supondría una sorpresa política mayúscula.

Por eso, Garrido prefiere ir «paso a paso» y esperar a que se produzca el Pleno antes de avanzar lo que piensa hacer como presidente «titular» de la Comunidad de Madrid. Únicamente adelantó, ante la insistencia de los medios, que en todo caso los cambios que introducirá en su equipo de gobierno serán « de tono muy menor ».

No se espera, por tanto, más que una «minicrisis» de gobierno porque afirmó estar «muy contento» con todos los compañeros del Ejecutivo autonómico, con los que ha convivido durante estos tres años de legislatura y con los que comparte gestión.

Sí habrá, con toda seguridad, un cambio: debe nombrar un consejero de Presidencia, Justicia y portavoz del Gobierno . Este es el cargo que él mismo ostentaba hasta ahora –sigue ocupándolo, de hecho, incluido el despacho, del que no se ha mudado–, pero ya dijo días atrás, y ayer reiteró, que aunque legalmente puede que sea compatible con la presidencia regional , «de facto» no lo cree posible «desde el punto de vista operativo».

Para este cargo se especula ya con algunos nombres: el de Isabel Díaz Ayuso , actual viceconsejera, parece el más lógico, aunque ella perdió su condición de diputada precisamente al acceder a este puesto. Otra posibilidad que apuntan desde el PP de Madrid es que se nombre consejero de Presidencia a Enrique Ossorio , portavoz parlamentario del PP en la actualidad. Garrido aseguraba ayer que aún no había pensado en su sustituto porque «en la vida hay que dar los pasos cuando toca».

Pero los cambios no van a quedarse sólo en el Ejecutivo regional: Mariano Rajoy no sólo ha decidido quién será el sucesor de Cifuentes en la presidencia autonómica madrileña en lo que queda de legislatura, sino que también ha dado un golpe de timón en el partido en Madrid . Aquí, como se recordará, Cifuentes también dimitió como presidenta, y desde entonces oficialmente el partido estaba en manos de Ángel Garrido, que era su secretario general.

Génova acabó ayer de un plumazo con ello, al designar como presidente del partido a Pío García-Escudero y como secretario a Juan Carlos Vera. No es una gestora, sino otra figura salida del último estatuto, según la cual tanto los miembros del comité ejecutivo como de la junta directiva locales se mantienen pero será García-Escudero el que decida qué responsabilidad ocupa cada persona .

Algo que tampoco parece un problema para Garrido: «Hay que huir de personalismos ; hay que estar en aquel lugar donde se pueda ayudar al partido a avanzar», aseguró.