El presidente del C. F. Fuenlabrada, implicado en una estafa inmobiliaria
El grupo Prádena, codirigido por Jonathan Praena, deja a 24 familias sin construir sus casas tras abonar cada uno cerca de 50.000 euros
Veinticuatro familias de Fuenlabrada saben desde el pasado domingo que la promoción de viviendas Malagueta XIII, donde han invertido sus ahorros desde hace más de dos años, no se edificará jamás. Quien está detrás de esta presunta estafa inmobiliaria es el Grupo Prádena, un conglomerado empresarial dedicado a la construcción que codirige Jonathan Praena Sánchez , el propietario y presidente del equipo de fútbol de la localidad, recién ascendido a Segunda División. Los afectados, que firmaron recibir las llaves de sus casas este mismo mes, han abonado ya cerca de 50.000 euros en cada caso.
El solar de la promoción, ubicado en la calle de Ernesto Ché Guevara, 5, apenas ha cambiado desde hace dos años y medio; no es más que un montón de tierra revuelta, sin un ladrillo y con el material abandonado. Los compradores, que firmaron sus contratos con la empresa Solar XXV S. L. –dentro el Grupo Prádena–, relatan que hace tiempo que comenzaron a temerse lo que ahora conocen sin ambages. « Nos daban largas y lo último que nos dijeron es que al final iban a estar listas el año que viene. Hasta ahora», explica a ABC uno de los afectados.
El domingo, en una reunión «casi clandestina» –según los asistentes–, la constructora citó a los implicados para transmitirles que la obra no iba a comenzar, pese a que muchos de ellos ya habían desembolsado hasta un 25 por ciento del importe total, que en algunos casos alcanza los 200.000 euros por vivienda. «Unos hemos dado ya 47.000 euros, otros 50.000 o incluso más», lamentan. Los perjudicados denuncian que las promociones de Malagueta XIV, XV y XVI, también impulsadas por este grupo, atraviesan la misma situación y no verán la luz.
Supuesto desvío de fondos
El socio de Praena, Alberto García de Prádena , detalló en el encuentro que la construcción era inviable por falta de recursos económicos y señaló que el origen de esta problemática estaba en un supuesto desvío de 5 millones de euros que el presidente del Fuenlabrada había hecho desde la promotora. «Nos enseñó un burofax con un requerimiento al presidente sobre unos préstamos que había hecho al Fuenlabrada», explica uno de los presentes. Un portavoz de la entidad insistió este miércoles que el Fuenlabrada es ajeno a esta cuestión: «El club no tiene ninguna responsabilidad económica en este tema».
Si bien Praena rechazó contestar a las preguntas de este periódico, desde su entorno aseguraron que «está trabajando en solucionar» el perjuicio a los compradores y que su sociedad con García de Prádena está en trámites de disolución. Según ha confirmado este diario, ambos figuran en el registro mercantil como administradores del Grupo Prádena desde 2014. Jonathan Praena, anónimo hasta hace unos años, ha copado titulares gracias a su supuesta pericia empresarial y gestora tras los éxitos del Fuenlabrada. El equipo del sur de la región ha pulverizado etapas en el fútbol español hasta alcanzar la categoría de plata esta temporada.
El futuro de los damnificados por esta operación inmobiliaria es incierto. Algunos disponen de un seguro que les garantiza la devolución del dinero entregado, pero otros lo perderán todo. En cualquiera de los casos, el Grupo Prádena les prometió el mismo domingo que en los próximos días les llegaría una notificación donde reconocían oficialmente que las obras no se iban a realizar, pero aún han recibido nada. En el supuesto de que esta comunicación no llegue, los afectados pondrán en marcha la vía judicial .
Reunión con el Ayuntamiento
El Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Fuenlabrada recibirá este jueves a los afectados para profundizar en la situación y valorar las herramientas de las que dispone para tratar de solucionarlo. Fuentes municipales destacaron su respaldo a los vecinos e indicaron que disponen de la asesoría jurídica de la Oficina Municipal de Información al Consumidor para culquier duda o reclamación. No obstante, el Consistorio reconoce que la obra contaba con todos los permisos.
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