El pleno de investidura del presidente de la Comunidad será entre el 16 y el 18 de mayo

Primero pasarán por el despacho de Adrados los portavoces de PP y PSOE -el lunes, por la tarde-; y el martes por la mañana lo harán Podemos y Ciudadanos. Para el lunes ya se conocerá el nombre de quien la dirección nacional del PP ha decidido que sea el sucesor de Cifuentes, el diputado o diputada que se someterá al pleno de investidura, que se celebrará con toda probabilidad entre los días 16 y 18 de mayo.

Tanto PSOE como Podemos y Ciudadanos mostraron ayer su pesar por la tardanza que se estaba produciendo en el relevo en la jefatura del Ejecutivo regional. «Llevamos ya más de 9 días sin presidente» , recordaba el portavoz de Cs, Ignacio Aguado . Cuando finalice el periodo de elección, se habrán pasado aproximadamente 23 días entre la marcha de Cifuentes y el nombramiento de su sustituto.

También mostraron desde la oposición su «incomodidad« -como la ha definido el portavoz socialista Ángel Gabilondo- porque la decisión sobre el futuro presidente de la autonomía madrileña se tome desde la dirección nacional de su partido. «Estoy algo disconforme porque se espera que se diga desde fuera lo que pase en esta región», ha indicado el líder de los socialistas.

Tanto el PSOE como la portavoz de Podemos, Lorena Ruiz-Huerta , han recordado que existe ya un candidato a ser el sucesor: el propio Gabilondo, que suma los 64 votos de ambos formaciones. Uno menos que los que logrará previsiblemente el candidato oficial, que será el que marque el PP. Sea quien sea la persona que salga de ese pleno de investidura como nuevo presidente regional, Gabilondo ha manfiestado su total «respeto institucional y el reconocimiento de su legitimidad; para nosotros no va a ser un interino», ha dicho.

Pero antes de que se produzca ese pleno, habrá otro, el del 10 de mayo, ordinario aunque sin preguntas de control al gobierno . A pesar de que Podemos y PSOE querían que se celebrara de forma ordinaria, PP y Cs han unido sus votos para que sólo se vean en él comparecencias y las llamadas «iniciativas largas»: proposiciones no de ley y de ley; no consideran lógico hacer control a un gobierno que está en funciones.

En este pleno del día 10, Ciudadanos lleva una proposición no de ley sobre lo que llama «el cuponazo vasco» , en tono crítico por lo que considera «ofrecer condiciones diferentes a un determinado territorio», y otra respaldando a los estudiantes de la Universidad Rey Juan Carlos. Podemos, por su parte, presenta una proposición de ley sobre educación inclusiva, y el PSOE pedirá la comparecencia del consejero de Políticas Sociales, Carlos Izquierdo, y planteará dos proposiciones no de ley, sobre la llegada del tren a Navalcarnero y sobre la detección y tratamiento de menores con dislexia.

En ese pleno está previsto que esté presente la expresidenta Cifuentes, aunque el grupo popular, que dirige Enrique Ossorio, aún tiene que determinar y está estudiando la ubicación que tendrá en el futuro la diputada Cifuentes.

Aunque en la mesa de portavoces no se ha llegado a tratar, otro asunto ha flotado sobre la reunión de hoy: la queja que presentaron los periodistas por el excesivo dispositivo de seguridad que rodeó al último pleno celebrado con asistencia de la expresidenta Cifuentes. En este sentido, el portavoz popular, Enrique Ossorio, ha justificado que se produjera un refuerzo de seguridad en jornadas que «no fueron ordinarias» y se ha mostrado convencido de que tanto políticos como periodistas podrán trabajar en el ámbito de la Asamblea sin problemas.

Una postura muy diferente a la que mantienen los grupos de oposición, mucho más críticos con lo sucedido y con la interpretación que se ha dado de ello en el informe que se ha realizado -aunque la mesa aún no lo ha estudiado formalmente- , en el que se responsabiliza a algunos medios de haberse saltado acuerdos previos sobre la circulación por la Asamblea.

En este sentido, Ángel Gabilondo ha asegurado que lo que sucedió le parece «impropio» y se pregunta «¿de qué riesgos nos estaban protegiendo?». La portavoz de Podemos, Lorena Ruiz-Huerta, cree que «esta casa se llenó de agentes de seguridad que no sé de qué querían proteger a la presidenta » y que con su presencia «se entorpeció el ejercicio profesional de los periodistas».

En una línea similar, Ignacio Aguado (Cs) también consideró que «fue una actitud desproporcionada, de choque y enfrentamiento directo con los medios» cuando «la seguridad de la presidenta no se puso nunca en entredicho; un micrófono no lo hace».